Como a través del vidrio equivocado te ven mis ojos y
Escucho, tu voz en el eco de luces ciegas
Como a través de la niña que jamás fui te recuerdo,
Quebrada por los pesados pasos de mi tierra.
Como a través de la tarde polvorienta
Me inventas toda nueva a cada instante
Como entre jilgueros cantores,
oigo tus consejos imprudentes
y los dejo a la suerte de tus labios.
Como la atmósfera marina en mis enclaves,
Al abrigo de los temporales te esperé
A que con tu agosto vinieses donde el día se alarga
Y valiese la pena regresar esos caminos
En los que el sol se pone a tus pies más tarde.
Otros lugares suscitan el asombro
Revestidos con atavío de brujo,
Y volcados al vacío de mis latidos.
Donde la sangre y la poesía quedan unidas,
Como estancada en la lectura al fin sentí
El infinito dolor de seguir viva.
Espero seguir sintiendo este dolor hasta que Dios decida mi día.
Teresa Velasco Castillo. Málaga a 23 de mayo de 2014.