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La vida es irónica:
Se necesita TRISTEZA para conocer la FELICIDAD, RUIDO para apreciar el SILENCIO y AUSENCIA para valorar la presencia

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viernes, 29 de agosto de 2014

La vida en 150 palabras


La escuela, la familia y los amigos, a menudo son los que más nos enseñan de la vida. Pero ante todo la poesía es quien otorga la conciencia sobre la responsabilidad de jugar con las palabras...


Sobre el cuerpo de mi escritura
Hago mío el calor, de aquel que en condición
De lector esté dispuesto a servirme de luz guía
En las veintiocho letras del alfabeto.

Que no permitan sus ojos pasar por alto los límites
Ni dejen solos los cuerpos al compás de la obra

La palabra que más importa, a menudo sobra
La palabra más efímera, a menudo se ausenta
Exenta de sombras, sobrada de dudas
Con la luz primera de la temprana lectura.   

Que no profane la autoridad que me otorga su sabiduría
Que entre cada silencio, de cada palabra
Hay más filosofía que en todo lo que enciende mi locura.

Aún me queda mucho que aceptar de este contrato
Proceso de serenidad que entre Castilla y Prosas profanas
Cantan a la vida y la esperanza en el punto de partida
Que iniciado en Azul culmina,
 en la máxima expresión del antojo de mi lengua castellana. 



Teresa Velasco Castillo 29/08/2014

lunes, 11 de agosto de 2014

Desamor

Nada mejor que compartir los sentimientos con los míos a través de la poesía. Muchas gracias por estar siempre ahí. 


Las cosas en mí tienen un ritmo burlón,
Como el milagro de un son de primavera
Y al compás de las notas agoreras,
Te cuelas, polizón de mi pasado.

Sentada escucho el murmullo de relojes
Y Sabina me escupe a  buenos tiempos.
Sin pensarlo demasiado creo perder
Los modales en la forma en que te he amado.

Las cosas en mí, siento decirlo, están cambiando;
Hoy, el infinito es lo  de siempre,
Lentamente nuestros sueños se han perdido
En los ronquidos de noticias de sumario.

Siento que tiemblan los cimientos
Al áspero contacto de la alfombra
Que desnuda de días al calendario,
Hoy las cosas en mí, duele decirlo, están cambiando.

Por la soledad de estas palabras, me apuñalas,
antes de que sepa lo que siento
pero aún te cuelas, como la muerte entre esas cosas de la vida
que vuelven imposible no quererte.










Teresa Velasco Castillo 11 de agosto de 2014

domingo, 3 de agosto de 2014

Recuerdos ilicitanos

Pido disculpas a mi tierra andaluza a quien aún no le he escrito con la inspiración 
que me despierta el corazón de Santa Pola: 


Recuerdo que tenía sus párpados calientes
Como el carmín de las nubes de verano
Sus casas eran tan extensas y cretinas
Como el silencio de un éxodo temprano

Las sombras cernidas sobre el parque
Jugaban con la luna y las mareas
A sazonar los dulcísimos panales
Donde una a una, absurdas olas atraviesan
 por las Salinas la provincia de Alicante.

Recuerdo también la primavera
Que con sus cuentos
 sin intermediarios
obraba el laborioso abecedario
incendiado de mis sentimientos.

Siempre hubo un lugar para el poeta;
Los  que cuentan palabras y monedas,
Y para aquellos que conocen la receta
Secreta de los versos sin cadena.

La utopía me hablaba en valenciano
Y aunque no entendía su universo
Me perdía en los paisajes del alma
que  cada Domingo de Ramos
hacía de traje blanco nuestra palma

No recuerdo el despertar de aquel ensueño
En medio de la noche la utopía
Se esfumó en los laberintos de mi cama
Y oscilaba como una llama temblorosa
el recuerdo de esta niña ilicitana



Teresa Velasco Castillo 3/08/2014