Bienvenida

La vida es irónica:
Se necesita TRISTEZA para conocer la FELICIDAD, RUIDO para apreciar el SILENCIO y AUSENCIA para valorar la presencia

Etiquetas

Arte (1) Concursos (1) Entrevistas (8) Eventos (17) Libros (15) Periodismo (44) Poemas (111) Reflexiones (77) Relatos (5)

jueves, 27 de noviembre de 2014

Débil y mortal

Bien con motivo del Día Internacional de la violencia contra la Mujer, bien a petición de mi gran amigo @JesusZambrana he decidido compartir hoy este poema con vosotros: 


Al cálido sol de esta inocente lira
Se curan mis huesos la humedad del día a día
Y mi alma siento, que en silencio espira
El último sollozo, al orgullo de su ira

 Y corre al burladero el toro 
A cubrirse de la lluvia que empapa por entero
La amargura que de mí se ocupa
La amargura que por ti no lloro

Débil mortal me siento
Débil y mortal me encuentro  y
Compasiva, ofrezco mi cuerpo
Al tacto muerto de su beso

Un zumbido crece, del convite en tanto,
me dejo al compás que me marcan sus pasos
Y con su voz penetrante me ordena el trabajo.

Mas haciendo caso omiso del deber, mis manos,
prisioneras del erario
vuelven el aire de primavera
que desciende el calendario.

Y ese viento proceloso
Como niña encaprichada
Me empuja a abandonarme
Al reposo de sus alas.

Y en tanto que octubre con su suave nube empaña
de humedad la escasa luz por esta lira regalada,
grita en mi la juventud que con tu fuerza fue robada.


Teresa Velasco Castillo

martes, 11 de noviembre de 2014

Amor secreto

Me prometí a mi misma no publicar  poesía durante un tiempo, pero quisiera saber que os sugiere este poema. Saber si he sabido expresar lo que quiero, porque yo todavía lo veo y cada día lo echo de menos.  Dicen que funcionamos por ilusiones y hay amores no carnales que me han aportado más que otras relaciones


Rebelión del tiempo concreto
nostalgia de un retorno mejor

Recuerdo, entonces, se encargaban caricias
Como versos de balcón en balcón

y se amaba como algo más
que un  instinto primitivo
Besos, lágrimas, suspiros
Que con miedo descubrían su color

La sucia noche emborronaba el cielo
Con el humo de tus legañas
Y mi razón quedaba sometida
A las memorias de aquella playa

Recuerdo la luz desnuda del diluvio
Que aliñó mis ojos de experiencia
La arena repartida entre tu cuerpo
cuajada en el invierno por tu ausencia

Amaba y amo cuanto encierran esas lluvias
De historias, interrogantes y conceptos
Aún disfruto aquel tributo que tus ojos
Generosos al caer la noche nos prestaban.

Todavía  me agarro de ese  mástil
que asomaba arrogante entre las aguas
bajo el real decreto del ocaso, tú nadabas
y  yo naufragaba y me perdía el respeto.

Cada uno de esos días, confieso,  
seguiría amándote en secreto
en la sombra o en la luz bajo mi piel

seguiré imaginándome tus besos.    




Teresa Velasco Castillo Málaga a 11/11/2014 

sábado, 1 de noviembre de 2014

José Yoldi: "Ante la duda haz periodismo"


Buenos días a todos los seguidores fieles de este blog. Hoy tengo el honor de publicar perfil y entrevista con un gran periodista: José Yoldi. Espero que la disfruten 



Perfil




José Yoldi, también conocido como Txetxo Yoldi, nació en 1954 en San Sebastián
(País Vasco). Se licenció en Ciencias de la información por la Universidad de Navarra, en contra de los deseos de sus padres: “Mi madre quería que fuera médico y mi padre que estudiase derecho, pero acabé estudiando periodismo”.

Acabados sus estudios, comenzó su etapa en la agencia Europa Press, que se prolongó seis años, y fue aquí donde se especializó como periodista en temas jurídicos, tribunales y terrorismo casi por casualidad, ya que era la única sección vacante. Aun así, con el tiempo, sacó partido a la situación puesto que  “varios medios que estaban en su ocaso’’ (Pyresa, Pueblo o Ya) y algunos emergentes, como El País, no repararon en la gran fuente de noticias que tiempo después sería la Audiencia Nacional.

Su carrera profesional la desarrolló, en su mayoría, en el diario El País, donde formó parte de la plantilla durante veintinueve años, desde 1983 a 2012. En ese periodo también ejerció como corresponsal de interior y miembro del equipo de investigación del diario. Su especialidad le llevó a cubrir la mayor parte de los juicios importantes que se celebraron en España, con amplia repercusión informativa. Cabe destacar la instrucción y la vista por el  golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, el de la intoxicación masiva que se produjo en España tras la ingestión de aceite de colza desnaturalizado o el juicio por los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Además, fue el periodista que destapó los viajes no justificados con cargo a los fondos públicos del Presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Divar, que finalmente llevaron a la dimisión del mismo en junio de 2012.

En 2009, el Institut de DretsHumans de Catalunya le galardonó con el Premio por la Defensa de Derechos Humanos por una serie de artículos de análisis y opinión sobre la vulneración de los derechos humanos por parte de Estados Unidos y otros países que el periodista escribió en su última etapa en El País. En enero de 2013, por el trabajo realizado en el caso Divar, la Asociación de la Prensa de Madrid le concedió el Premio Víctor de la Serna, que le reconocía como el periodista más destacado del año, y señalaba que «la investigación, realizada con rigor y contraste de las informaciones, condujo a la dimisión irrevocable de Dívar». Yoldi fue uno de los 129 periodistas expulsados de El País en noviembre de 2012 por un ERE. El periodista y otros compañeros resultaban incómodos a la dirección del medio puesto que exigían que se cumpliera el libro de Estilo y el Estatuto de la Redacción.  

Desde septiembre de 2013 colabora con Cuarto Poder, un diario de blogs en el que se publica  "A cota de periscopio". Es autor del libro “El último recurso”, un compendio de artículos publicados en el diario El País entre los años 2010 y 2011 y del libro “Peor habría sido tener que trabajar”, que recoge una serie de anécdotas profesionales y algunas claves del periodismo de tribunales.

También es coautor de los libros “La presunción de inocencia y los juicios paralelos” y “El derecho en los medios de comunicación”. Actualmente, este referente de la información judicial está a punto de publicar su primera novela, titulada “El Enigma Kungsholm”, basada en un caso en el que trabajó durante su periodo en el Equipo de Investigación de El País. La protagonista es una periodista de un diario de referencia de Madrid.

Yoldi no es un periodista que destaque por peculiaridades en su narrativa ya que el tema en que se había especializado exigía un rigor y una exactitud propios del periodismo informativo más puro. Por ello, durante muchos años, todos los que estuvo en Europa Press y la mayor parte de los que estuvo en El País, el estilo fue eminentemente informativo: claro, conciso y austero. En sus textos se reconoce la estructura de  pirámide invertida periodística, excluye el uso de adjetivos y describe lo que ocurre en cada momento intentando ser lo más fiel a la realidad.

La ironía es uno de los aspectos más destacables de sus escritos de análisis y de opinión en su última etapa profesional.
He aquí un ejemplo en la entradilla de Un tránsito hacia la nada, sobre el final del macroproceso contra los dirigentes de Batasuna:

“¿Para qué vas a correr si no sabes adónde vas? Ese proverbio africano parece ser la inspiración de los jueces de la Audiencia Nacional que, al menos en los últimos años, han tenido responsabilidad sobre el caso Batasuna”.

Una manera bastante atractiva de comenzar el texto, ya que la pregunta retórica lleva directamente al lector a introducirse en un caso demasiado complejo para ir sin “adornos”.

Con los artículos de opinión en El País, enmarcados bajo el epígrafe de El último recurso -definido por el propio autor como “espacio personal y lugar de encuentro sobre temas jurídicos, periodismo y otros aspectos de interés”-, el estilo pasa a ser más irónico y muchas veces por necesidad y otras por autoprotección, ya que uno no puede llamar corruptos, por ejemplo, a los magistrados del Tribunal Supremo. Por ese motivo, a veces es un estilo más interrogativo que afirmativo. No hay frases tajantes, aunque se sugieren. "Parece que...", "Da la impresión de que...", etc., concluyendo con preguntas retóricas o dirigidas a los lectores: ¿no les parece que hubiera sido mejor pedir la llave que tirar la puerta abajo?, por ejemplo.

Un amigo para atravesar la noche es uno de sus textos, plagado de frases cortas, pero cargadas de ironía (Ejemplo: Puede que Rajoy sea el gafe que hizo esperar a los chicos de la selección más de una hora y ahora estemos pagando aquella espera).

El mérito de Yoldi reside en alcanzar un alto grado de veracidad respaldado sobre la teoría orteguiana del perspectivismo: las múltiples caras de un solo hecho encajadas en el puzle que mejor imita la realidad. Por ejemplo, en uno de sus artículos, Bombazo de construcción masiva, se alude a los policías que, junto con sus familias, sufrieron el acoso de los medios que respaldaban la teoría de la conspiración acerca del atentado. Esa persecución, asegura en su artículo, llevó a la mujer del comisario de Puente de Vallecas durante el 11-M, al suicidio.

El vasco se ha convertido en uno de los periodistas referentes de nuestro país por su capacidad innata para situarse en el momento justo y el lugar idóneo para conseguir informaciones y primicias a las que solo él ha conseguido acceder y su carisma a la hora de ganarse la confianza de jueces, fiscales, secretarias, abogados y de todo aquel que tuviera relación con los tribunales. Un ejemplo de ello es El Caso Dívar. Cuando Carlos Dívar, ahora ex presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Supremo, presentó su dimisión en junio de 2012, su conciencia estaba tranquila.

Fue, según la Asociación de la Prensa de Madrid, gracias a “la investigación de José Yoldi, realizada con rigor y contraste de las informaciones, lo que condujo a la dimisión irrevocable de Dívar”, aunque en más de una ocasión éste diga lo contrario: “Carlos Dívar se hundió solo, si hubiera dicho que se había equivocado hubiera seguido tranquilamente en el cargo”.

Sus trabajos han sido escritos con una mezcla de indignación y admiración humana adjuntas a la seriedad investigadora y persistencia del profesional. Tanto es así que aún a día de hoy, diez años después de la matanza que asoló Madrid el 11 de marzo de 2004.

José, Txetxo para los amigos, sostiene que las reivindicaciones realizadas por el comando de yihadistas que se suicidó en Leganés vinculaban los atentados de los trenes de Madrid a la presencia de tropas españolas en Irak y Afganistán.

Independiente de verdad y contrario a la censura ha difundido algún reportaje que le fue censurado en El País, como uno sobre el juez instructor de los atentados del 11-M. “El respeto, como la credibilidad, se lo gana uno día a día” se leía en la carta dirigida al por entonces director del medio Javier Moreno.

Ese respeto, sin duda se lo ha ganado haciendo público día tras día lo que nadie se atrevía a mencionar: el grave error de Juan del Olmo (que confundió las fechas en las que debía prorrogar la prisión preventiva de uno de los procesados del 11-M) o las infracciones cometidas por Carlos Dívar.

En su obra Peor habría sido tener que trabajar repasa su trayectoria contando, por ejemplo, cómo el juez Garzón se ofreció como cebo para dar caza a un comando de ETA. En esa obra se veía más que nada al prodigioso artífice del auténtico periodismo. Se trata de un estilo locuaz que traslada al lector sobre los detalles de cada caso sin aburrir con la descripción del mobiliario.

Como referente de la información judicial escribe dos blogs donde trata de explicar  el funcionamiento de la justicia, como por ejemplo, que la justicia no es igual para todos, como figura en la Constitución y solía repetir el anterior Monarca, como se demuestra, por ejemplo, al comparar el caso Urdangarín, en el que está imputada la Infanta, con el caso de Isabel Pantoja.



La frase “ante la duda, haz periodismo” parece describir su carrera mejor que muchas biografías y reseñas de internet.


 Entrevista a José Yoldi





P. ¿Cree que a día de hoy Dívar seguiría en su cargo del CGPJ si usted no hubiese hecho su trabajo?

Dívar era una persona absolutamente inadecuada para el puesto que ocupaba, ya que nunca había sido magistrado del Tribunal Supremo, ni había formado parte de un tribunal colegiado, ni había puesto una sentencia, ni había escrito ningún artículo sobre técnica jurídica.
Pero si tuvo que dimitir fue porque se equivocó en la gestión de la crisis. Si en vez de empecinarse en no dar explicaciones a nadie, se hubiera disculpado y hubiera dicho que era un error de interpretación de las normas, muy probablemente habría seguido en su puesto.
Por mi parte, aunque pude, porque tenía información al respecto, nunca quise publicar nada sobre sus relaciones personales. Solo denuncié que gastaba el dinero de todos los españoles para viajes y cenas privadas. Que éstas fuesen con su escolta o con cualquier otra persona ya entraba en un plano personal que yo considero que afectaba a la intimidad  y que no tenía por qué ser desvelado.

P. ¿Por qué motivo dejó de trabajar para El País?

Fui expulsado en un ERE junto con otros 129 compañeros. Yo era una persona incómoda para la dirección, porque desde  el comité de redacción exigía que se cumpliesen las normas del libro de estilo y del Estatuto de la Redacción. Exigí, por ejemplo, que se publicara la condena por acoso laboral al director de un periódico perteneciente al grupo Prisa, lo que evidentemente no fue del agrado de la dirección.
P. ¿Por qué el periodismo jurídico?

Mi madre quería que fuera médico y mi padre que estudiase derecho, pero acabé estudiando periodismo y acerté. En la universidad no aprendí periodismo, pero sí a leer. Las agencias eran grandes escuelas de formación de periodistas. Ahora, en cambio, los periodistas cada vez van menos a donde se encuentra la noticia. Los empresarios creen que a través de Internet se puede acceder a toda la información, pero yo creo que hay que ir a buscar la noticia donde se encuentra.

P. ¿Cómo ejerce un Gobierno presión sobre el medio?¿Qué pasó el día del 11-M en El País?

Aquel día, Aznar llamó a todos los medios. Con El País había habido un desencuentro mayor porque en los ocho años de Gobierno, no había concedido ninguna entrevista al periódico. El director Jesús Ceberio se creyó lo que Aznar le contaba: que había sido un atentado de ETA y cambió el titular de portada de la edición especial. De “Matanza en Madrid”, pasamos a “Matanza de ETA en Madrid”. Ceberio fue el único director de los grandes medios que picó, porque Aznar llamó también a otros directores que decidieron no confiar en su palabra. Aznar mintió para evitar que su partido perdiera en las elecciones del domingo siguiente, aunque como ya se sabe, no le sirvió de nada.
El Gobierno, en esta situación de crisis con muchos periódicos en quiebra técnica, puede presionar a los medios con ejecutar las deudas con Hacienda o con la Seguridad Social.

P. ¿Cuándo surge el paralelismo  (alineamiento de los medios con partidos )político vigente en la prensa de nuestro país?

El País, que nace en el setenta y seis, es un acierto porque responde a una demanda de información al final del franquismo. Con el tiempo esta empresa amplía su negocio hacia aspectos más rentables, pero la credibilidad no debe perderla. Un periodista en teoría no debe tener ningún reparo en criticar a todos los partidos políticos y denunciar los abusos que se producen, pero de un tiempo a esta parte eso se está perdiendo. Por ejemplo, cómo se publicó en El País la noticia sobre el  indulto de Alfredo Sáez, el primer ejecutivo de la banca en España, fue lamentable. En los periódicos internacionales ocuparon la primera plana, pero en el diario de referencia en España,  se publicó a dos columnas, en la última página par de economía y por abajo.  

P. ¿Por qué cree que ha dimitido Gallardón más allá de la ley del aborto?

Mi hipótesis es que Gallardón quería ser presidente de Gobierno. Cuando lo nombran ministro de justicia y le recortan el presupuesto,  la única forma de atraer la atención pasaba por presentar proyectos de ley que han acabado por ponerle en contra de todo el mundo: la ley de tasas, la reforma del Consejo del Poder Judicial o la ley del aborto.
Para llegar a ser presidente  Gallardón consideró que tenía que recuperar a la derecha de su partido, pero esa derechización ha chocado con la necesidad de Rajoy de ganar el centro, por lo que no ha permitido que esa ley salga adelante y al primero no le ha quedado más remedio que renunciar. 

P. ¿Hasta qué punto estuvo Juan Carlos I implicado en el golpe del 23F?

“¿Quieres que nos metan a los dos en la cárcel?” (Bromeando) Cuando Tejero protagonizó el golpe, el único poder del Estado que no estaba secuestrado, el CGPJ, se reunió en su sede de entonces. De su presidente, Federico Carlos Sainz de Robles y, de su portavoz, Gonzalo Casado, recibí el comunicado que condenaba la tentativa golpista.
Era la primera reacción y Europa Press dio la primicia. Con Tejero, Milans y Armada en prisión, se inició un proceso por delito de rebelión en el Consejo Supremo de Justicia Militar. Naturalmente, todas las actuaciones eran secretas, aunque trascendió que, en su cuarta declaración, Tejero había implicado al Rey en el conocimiento de la operación. Hay tantas sospechas en una determinada dirección que resulta difícil ignorarlas, ¿por qué el Rey no habló hasta la una de la mañana?... Yo te recomiendo que leas el libro de Pilar Urbano, la crónica de Martín Prieto en El País titulada “No, nunca, nadie, jamás” y que saques tus propias conclusiones.

P. ¿Qué periodista de referencia actual puede citar?

Periodistas admirables hay muchos, pero a mí me gustan los que trabajan a pie de obra. Carmen del Riego, presidenta de la Asociación de Prensa de Madrid, por ejemplo, que trabaja en la Vanguardia. También me gusta mucho Anabel Díez, de El País, y cómo hace las cosas en el Congreso, o Enric Juliana, de la Vanguardia. Hay mucha gente válida y comprometida. El buen periodismo puede que esté en muchos medios digitales, pero ninguno de estos acaba mencionado en las televisiones.

P. ¿Cree que el periodismo de hoy en día se ejecuta en la dirección correcta? ¿Por qué? ¿Qué modificaría?

El periodismo hoy en día está hecho un desastre. Los bancos y los poderosos dominan los medios, y estos en lugar de ejercer de contrapoder y de control de los políticos, están en manos de los poderosos que en muchas ocasiones forman parte de sus consejos de administración. Debería haber una regeneración ética desde los profesionales, pero me temo que tal y como está la precariedad de la profesión, no va a ser posible, al menos de momento.

P. ¿Qué consejo nos daría a nosotras que somos estudiantes de periodismo?


Yo creo que el periodismo es un oficio apasionante. Y el consejo es que trabajéis para ser las mejores en vuestro campo. Si tenéis un poco de suerte os lo pasaréis en grande y disfrutaréis mucho. Si lo que queréis es ganar dinero, igual sería mejor ser banquero corrupto, pero yo no lo recomiendo. Lo nuestro es mucho más bonito y divertido.