Algunos poemas iré guardando de reserva, pero el de esta tarde quiero compartirlo con vosotros. Es breve, pero expresa justamente lo que quiero:
No quiero otra palabra que la que brota del alma,
Precisa, breve, natural y seca,
Esa asonancia musical cuando a solas,
mezquinas olas se
enfrentan a la calma
Por las esquinas decentes de mi mundo
Van conmigo revueltas las promesas
Como un niño encendido en fantasía
ante una historia de brujas y fantasmas
Como el escaso pan de los perros
Se disputan mi memoria
Últimas horas del día
Y entre esa indiferente multitud de instrumentos
No quiero más silencio que tu boca y la mía.