Para hacerse rico basta el tiempo de una vida,
conversar con los años, presentar una instancia.
Hacer del surco del viaje nuestra estancia,
sembrar el vientre del verano en su caída.
Son riqueza las palabras aun vacías de instrumento;
dadle el pecho a su semilla más abstracta
y la esperanza del labriego al Ser más cierto
que en los labios de un poema siempre hay hueco
Si quieres la riqueza en el pasado
habrás de andar con los pies del estoicismo
en el deseo, con conciencia de ser niño
en el futuro de los muertos con los vivos.
Riqueza es comprender que el cambio
de rasante de tus manos se equilibra
con el cauce ceñido de mis pechos.
Y es saberse en contacto con aquello
que en pleno narcisismo te hace humano.
Ser rico, amigo, es aceptarse en otros labios
sin perder la comisura de uno mismo.
Teresa Velasco Castillo