No hay puntuaciones corregidas, pero esto es exactamente lo que pienso, pensaba y probablemente estaré pensando cuando me preguntes...
Es difícil encontrar una pregunta más provocadora
Y acaso más cerca de lo que casi es y no es nada
Que el concepto ensombrecido de un ¿qué piensas?
En la noche, en el préstamo de luz de la luna del coche
¿qué pretendes que te diga?
En todo, en nada, seguramente en la mentira de ser de todos
Y cada uno de nosotros, con su verdadero y singular sentido.
En la vida, en el futuro que me deshace, en el amor que me
hace
Llevar tu nombre esta noche. Solo hoy, porque mañana seré de
otro,
Y tú de otra, o de nadie, si es que se puede ser de nadie.
No así lo contrario. Y me siento bien bajo el umbral que
genera esta cuestión.
Me interesan las preguntas más que las respuestas
y el alumno menos que el profesor,
la sintonía más que lo que expresa,
la palabra menos que el corazón,
la locura antes que tú y el orden
y las normas, y los domingos por la tarde
los dejaré para después del verano.
Ahora me centraré en la lectura de tus labios ayer a
medianoche.
Y seguiré velando la pregunta, porque ningún enunciado la va
a responder.
Teresa Velasco Castillo