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La vida es irónica:
Se necesita TRISTEZA para conocer la FELICIDAD, RUIDO para apreciar el SILENCIO y AUSENCIA para valorar la presencia

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martes, 29 de diciembre de 2015

Universos paralelos

Aquí comparto un relato recién salido del horno. De momento, intentaré subir al menos uno  semanalmente, si bien no prometo nada, ya que este género aún no lo domino bien. Espero que lo disfruten: 




Iris siempre llegaba tarde a las reuniones de amigos, citas improvisadas, aniversarios, cumpleaños sorpresa y planificados, bodas, bautizos y compromisos familiares. Daba igual que viviese al lado del lugar de encuentro o a cientos de kilómetros, que comenzase a vestirse con horas de antelación o saliese recién levantada y con las pupilas aún a estrenar. Hiciese lo que hiciese, siempre llegaba tarde.

Un día, sus amigos, hartos de la situación, decidieron gastarle una broma para que así escarmentase y decidieron esconderse  todos y ver cómo reaccionaba Iris al otro lado de la calle. Para que la broma no fuese descubierta, citaron, como siempre, en el mismo sitio y media hora antes que al resto, a Iris, y pusieron en marcha su plan.

Efectivamente, Iris llegó media hora después de la acordada y, sin apenas levantar la vista del teléfono, se sentó en una esquina a teclear la pantalla de  su móvil sin descanso. Los amigos, algo insatisfechos con la actitud imperturbable de Iris, decidieron ir más allá y darle plantón toda la tarde. Así que cogieron sus carteras y móviles y cuidadosamente se dirigieron a la tetería más cercana a Calle de la Era.

-        -   No puedo creer que ni se inmute ¿es que acaso no le importamos?
-        -  Yo creo que pasa de todo. No sé cómo el novio la aguanta.
-        -  Pff, yo es que paso, en serio. Por cierto ¿qué tal os fue el examen de medios del martes?

La conversación se prolongó durante un par de horas en que apenas volvió a mencionarse el paradero de Iris. Cuando al fin alcanzaron el fondo de sus tazas, y pidieron la cuenta, un mendigo se acercó por las terrazas pidiendo limosnas a cambio de un deseo.

-         - ¿De veras crees que nos tragamos eso?- Dijo Juande entre carcajadas de sarcasmo.
-        -   Un momento. ¿Y si pedimos que Iris desaparezca?
-         -  Eso es demasiado, Marta
-         -  ¡Pero si no se va a cumplir!
-         -  Está bien-dijeron al unísono- Queremos que traslades a Iris a un universo paralelo.

El mendigo miró con cierto desasosiego en la luz de sus ojos y finalmente asintió. Cogió los céntimos que habían reunido los chavales y  se largó  con andares vacilantes hasta desaparecer entre las luces de navidad.

Los jóvenes, inquietos por la anécdota de la tarde, regresaron a comprobar si Iris seguía esperando junto a la puerta del  Zara. Efectivamente, allí seguía impasible la figura de una joven sostenida del teléfono junto a la puerta.

Con voz cada vez más grave comenzaron a gritar su nombre, pero Iris no respondía. Se acercaron, y la cogieron del hombro, pero aún así no reaccionaba. Era como si se hubiese convertido en un muñeco de cera.

Mientras tanto, en un espacio entre la gente y esas luces parpadeando sobre anodinas cabezas atrapadas en los teléfonos, Iris corría de un lado a otro de las calles, atrapada en el tiempo vacío de su conciencia.


Elaborado por: Teresa Velasco Castillo

domingo, 27 de diciembre de 2015

Excusas para escribir



Me gusta perder el tiempo acariciando noches en blanco. Pintando melodías vacías de sonido con palabras desahuciadas del diccionario. Porque también tienen derecho a existir aquellas que la aristocracia de la cultura catalogó de fuera de serie,  como si acabar con toda la tinta sirviese acaso de impedimento para seguir imprimiendo nuestro silencio en cada representación artística.

No hace falta estar rodeado de libros. Me basta con vivir como un arrecife lleno de imágenes que fui tomándote cuando tú ni reparabas en mi existencia.  Como ese algo que nunca he escrito porque mi propia tempestad lo ahogó en grito y llanto. Un monólogo sin moraleja, como tantas vidas separadas por el mal uso de la sangría.

Hoy, a final de año, me paro a tu busca, error tras error, sigo sola en mi isla, detenida en la parábola de los días, monocárpica y ausente, pero viva en el hombre más guapo que mis ojos vieron. He ahí la moraleja, cuando el amor se olvida, la custodia de palabras se reparte: unas permanecen en la memoria y otras son desahuciadas, obligadas a compartir albergue con proyectos que se marchitaron.

Pero a mí no me importa perder el tiempo con ellos y saborear sus experiencias una y otra vez, buscando entre párrafos mi propia historia. Ellos encuentran un sitio en que dormir y yo una excusa para seguir soñando.


Teresa Velasco Castillo







lunes, 7 de diciembre de 2015

LA VIDA QUE ME QUEDA POR DELANTE

De los rayos que logran filtrarse hasta el suelo,
solo alzan al vuelo llamaradas azules y hojas color pajizo.

Está amaneciendo domingo, gritando azahar el invierno,
llamando a la puerta la flor más dulce cuán presto para mi
y yo, en vez de contemplar por qué están vivos mis espacios,
los entierro con la arena del reloj que aprieta mi mano.

Especialmente en los días claros, me gusta perderme en la niebla.
Perderme en mi ombligo y mis papeles, en mi casa y en mi muerte,
en mi corriente de aburridas retahílas, distraídas de mi mente y de la vida.

Y si alguna vez la contemplación me alcanza, se queda atrapada en el espejo
en los pliegues de egolatría que magullan mi cara de años,
en mi cobardía y en los garabatos de mi pulso gitano.

Si al menos supiera reconocerme, el movimiento cobraría un sentido,
así como aves del agua que prenden de azul este domingo,
pero no, simplemente me muevo, como lo hace un corredor errante.
La muerte ya no me asusta, solo la vida que me queda por delante.

Teresa Velasco Castillo


viernes, 30 de octubre de 2015

¿Qué somos?

Que todas las preguntas de la vida pueden resumirse en "¿qué somos?" es la conclusión primera con qué nos meten a todos algo de filosofía en la cabeza. Lo paradójico es que somos filosofía y no lo sabemos. Este poema tiene mucho de estas ideas y un léxico algo distinto, extraído de un  reciente examen sobre fundamento biológico. Espero que guste o al menos no deje indiferente a nadie. 

¿Qué somos?

Como dice Aristóteles; “somos lo que hacemos repetidamente”:
Somos camino, despedida triste, aquel con quien Júpiter tuvo tal celo
Que de por vida al cielo quiso adolescente.

Somos culpables de no enamorar cada día a la persona que amamos,
Aunque no nos ame.

Para hacerse verdades basta con mentiras
Más o menos terrenales y noches estrelladas y un cuerpo
De acero inolvidable, desprovisto de santos y destinos calculados.

Y, finalmente, somos ilusiones a destajo
Inervadas todas como filamentos de tus ojos verde desierto.

Somos contingencia, estímulo perpetuo, contracción isocinética
Lenta en tu pecho, en los pasos  biselados por la muerte.

A sabiendas somos borrachos y nuestro bebedizo la vida.

Matemática, física, reacciones químicas que no explican
Que siga pensando en ti cuando dejo que mis manos escriban.

Y pienso en soledad y reflexiono a ratos y trato de llevar conmigo
La experiencia deforme de los años, de saberme algo más
Que ese extraño del espejo que me brinda las sílabas impares.

¿Quién vendrá a visitar las líneas huérfanas de mi texto?
¿Quién guardará el fruto de las ilusiones que siembro?

Somos equilibristas a la espera del eterno reposo,
En las hojas temblando la humedad del invierno.


Teresa Velasco Castillo.



domingo, 11 de octubre de 2015

¿Por qué me pides que te escriba?


Este poema se lo dedico desde bien lejos a mi amiga Aicha, quien ya hace más de un año que marchó a Austria de "up air". Siento que cumplo mal y tarde con los poemas que prometo escribir, pero ya sabéis que la poesía no se "encarga", simplemente llega. 


¿Por qué me pides que te escriba?                       

Te mereces alguien que te empuje a la locura
que escriba versos con tu boca omnipresente y,
a la vez esquiva; rosa oscuro y apacible, huracán de incienso,
jurisprudencia de lo bello e inestable, carmín de duda.

Una aldea con sus calles inclinadas
con escalinatas de mármol,
 con nenúfares y peces de colores,
antiguo y pobre, pero auténtico y sincero.
Porque en las grandes ciudades,
¡Ah,  en sus oscuros  rincones!,
Contenedores ahogados en escombros,
escaleras que van a dar al vacío
y este ingente montón de ripios
ímpetu estético finalmente fallido.

¿Por qué me pides que te escriba
si los poetas olvidan escribiendo
sin siquiera la esperanza de una decadencia digna?
¿Por qué, si sabes que mi pueblo está vacío de palabras
desde que no me hablas de los besos que te faltan?
Hemos sido de lo bello y lo prohibido,
un repertorio de promesas fugitivas.
Y ahora que amenazas con quedarte
tan lejos de este pueblo de ancianos,
de lo único que sé que me arrepiento

es de que no te aparecieras antes. 


Teresa Velasco Castillo


sábado, 3 de octubre de 2015

Absolución




Ricardo Senabre lo definía como “un valor seguro” en El Cultural de El Mundo y hoy no puedo más que revalidar lo dicho tras acabar la lectura de Absolución, la propuesta de septiembre para nuestro grupo de lectura.

No es la obra más destacada, ni la más rica, ni la más representativa de Luis Landero, quien se dio a conocer en 1989 con Juegos de la edad tardía, trabajo que le valió el Premio de la Crítica y Nacional de Narrativa en 1990. Aquí el autor tiene una presencia más reservada, sin que por ello deje de impresionarnos con su léxico después de cada párrafo. Es como una de esas películas de Clint Eastwood que pasan desapercibidas sin ser por ello menos que otras interpretaciones.
Todo recurso parece estar escogido después de un largo periodo de reflexión, sin dejar así nada al azar. La acción, por consiguiente, va in crescendo en torno a las tres partes fundamentales en que se divide externa e internamente el libro:

Una primera parte donde más que una novela, pareciese que estamos ante un ensayo de carácter filosófico sobre el devenir, la contingencia, el carácter innato del ser humano y los caprichos del destino. De hecho, al inicio no imaginé que la acción fuese más allá del punto de partida, quedándose en un conjunto de reflexiones previas al momento de la boda de Lino, el protagonista de la obra.

En la segunda parte ya hemos llegado a ese “presente” desde el que se enlazan los tiempos pasados en anteriores fragmentos y, los acontecimientos empiezan a sucederse paulatinamente, llegando hasta el momento justo antes del desenlace.

Las  últimas cien páginas nos llevan a explorar en nuevos personajes que, sin tener previa conexión u aparición en la historia, se convierten en sujetos clave para comprender las diferentes perspectivas ante las que nos sitúa el autor de la obra.  Especial valor tienen aquí Gálvez y Olmedo, quienes encarnan una forma desentendida y noble de vivir en consonancia con la naturaleza y el choque generacional que representan las obras del pueblo. Dos personajes que hacen cuestionarse a Lino más aún cuál es su lugar en el mundo.

El señor Levin, más presente durante todo el relato, también es un pilar fundamental en tanto que, sin ser como Lino, comprende la postura de éste como consecuencia de un antiguo amor al que espera con un convencimiento más cercano a la fe que a la realidad.

El final no es impresionante, ni sorprendente, ni previsible. Es como la vida misma. El protagonista deja de huir y la vida sigue “como siguen las cosas que no tienen mucho sentido”. Solo queda claro, tras los constantes cambios de rumbo, la razón de ser de la novela: contingencia. De este modo, nos seguimos planteando ¿Habrá encontrado Lino su lugar?, conseguirá ser al fin un hombre feliz? Y todo ello puede trasladarse, salvando las distancias, a nuestra vida.

El constante andar errático e insatisfecho y ese narrador omnisciente, que pareciese en ocasiones el mismo protagonista, me hacen recordar obras como la de Salinger y su Guardián entre el centeno, donde todas las cuestiones surgen en torno al camino y los personajes que “se aparecen” ante el protagonista.
Desde luego, se trata de un autor cuyo lenguaje servirá a buen seguro para enriquecer el vocabulario de sus lectores y, en consecuencia,  abrir los márgenes de nuestro pequeño mundo




domingo, 6 de septiembre de 2015

Confines

Que el atleta sea o no castizo es, a mi juicio, cuestión baladí. Los infortunios del hombre, como ya vaticinaba Pascal, vienen de no saberse estar quieto ¿Será ese casticismo la sombra de nuestras almas? ¿hasta qué punto necesitamos las fronteras?

En el fondo mi vida podría resumirse en impulsos momentáneos de optimismo durante los que entrego mis manos a la ingrata faena de la escritura, en contraste con ese abismo de incertidumbre que al término de cualquier ensayo se abre en una mente plagada de erratas. Entonces creo o más bien necesito de un ensalmo que bautice mi texto bajo el pseudónimo de la permanencia.

Siento, igual que Machado, una gran aversión a todo lo que escribo, solo que mi tortura se extiende durante todas las fases del proceso creativo. Por eso nunca llego a estar cómoda en la silla. De ahí que me dedique a correr. Porque necesito expresar lo inmediato en lo físico, dividir la tiranía del azar mediante la construcción imaginaria de un camino.

¿Es éste el origen de las fronteras (abstractas) que el hombre ha creado?,  ¿soy cómplice de las escenas de guerra que alcanzan occidente ya no solo por la tele?

Si es así, de nada vale mi poesía libre de estados de conciencia ajenos. La lírica ha pasado de padecer obesidad subjetiva a quedar raquítica en su plano más sensible para entregarse por completo a su facción somática. Esto es, ha pasado de ensalzar el amor platónico a entregarse a la más obscena pornografía.


Solo pido, después de todo, que me dejen morir por asfixia espiritual antes de arrojarme por los desfiladeros del caos anterior a la conciencia clara.  

Teresa Velasco Castillo

lunes, 31 de agosto de 2015

Sentimiento de pertenencia

Después de un tiempo reflexionando acerca de tantos lugares que me quedan por ver, sé que gran parte de mí pertenece a esta increíble ciudad que es Málaga, y sobre todo a su gente. El sentimiento de pertenencia no se puede relacionar directamente con nada. Es simplemente esa sensación que me invade cuando dejo propina en el bar de siempre o cuando saludo a alguno de mis compañeros de batalla corriendo por el paseo.
El Aquatlón Playas de Málaga, en el que me gusta participar cada año, podría ser uno de esos eventos que me hacen un poco más de aquí y no menos de otro sitio. He aquí la causa sui de mi poema de hoy:

Quiero pintar un cuadro contigo dentro
acariciar la gloria de ti y pintar sus fases
en una escala de gris infinito.
Quiero pintarte y cuajar tu aliento veloz en bruma

Quiero ser como tú de joven;
antinumérica igual que un jazz portador de lira
como la harmonía sideral que ansía al poeta
como las camas vacías de sueños y sus eternas auroras.

Quiero seguir pintando de Málaga mis días
hacer poesía de tus coordenadas,
simulacros de amor en tus atardeceres
y que se escuchen sin reparo las carcajadas de tu gente

Quiero seguir llorando sobre tus tristes huesos
cuando lo que quise amor me traicione
e inventar novelas de tapa blanda
con los besos que tu arena esconde

Reuniré todos tus meses sobre líneas puras.
Donde otros se quitan la ropa yo dejo mi alma toda ausencia
como a un velado son de nubes una estrella

Reuniré cada segundo de tus fugaces primaveras
y así demostraré  mi teoría al mundo;
sentimiento de pertenencia sin bandera.

Quiero pintar mi tierra sin reprimir su impulso.



Teresa Velasco Castillo 















sábado, 1 de agosto de 2015

Grecia

Para los que, como yo, no comprenden lo que pasa en el mundo desde hace tiempo...


Hacer preguntas, combinar, extrapolar e inventar modelos,
¿no les parece causal que el hemisferio sur sea la sede de los versos?
Homero, escribano de los héroes sin patria, de los dioses sin cielo,
Hesíodo, maestro de la ciencia inexacta del amor, la pasión y los besos

Safo, Píndaro y Baquílides, esclavistas del otoño dorado y la vendimia,
Esquilo, Los siete contra Tebas
ese enorme vacío en mi cama cuando acaba la tragedia

Tanto te debo Grecia que no sé cómo pagarte
Lugar donde las cosas nos atrapan con garras de destemplado aire
¿Por qué las nuevas buenas gustan de tanto dolor?
Tierras de infancia a veces tierna
a veces ácida infancia en sus tierras

A través del griego bizantino, latino cirílico y copto,
Pasan volando los años y su historia se va escribiendo,
La desbocada imaginación de los demás hizo lo propio
Sobre los márgenes rocosos del imperio

¿Cómo en tu equívoca luz te has vuelto artificio,
Tú que eras principio de las cosas?
Te apuntan con pólvora mojada, plomiza apariencia,
Pero tú eres el abrazo que atesora el sol del verano
Distintos continentes, misma realidad, espíritu exacto
Punto en que se unen los caminos del desierto
¿te vas a dejar atracar sin manos?



Teresa Velasco Castillo

sábado, 18 de julio de 2015

Hasta siempre maestro

He tardado unos días desde la muerte de Krahe en escribir algo que valiese la pena y, aún así, ningún resultado estará a la altura del maestro que nos deja. Tuve la fortuna de verle actuar en directo este pasado invierno en La Cochera Cabaret y hoy solo me queda su recuerdo. 

A Javier Krahe, 
por enseñarme a no dar nunca por acabado un verso. 



Me digo que un recuerdo son  tus ojos, rayo verde,
Ceniceros donde centellea la última luz del fuego
Colillas rozando tus labios entre licor y poesía
Con la muerte como una intrusa, burlando la vida

Sin comprender lo que hay debajo
De la falda de algunos versos,
Sentía hasta los posos de la palabra limpia
Solo porque tus gestos lo significaban todo.

Ríos de palabras para ensanchar las dulces aguas de vida
Una nebulosa  incandescente de  canciones que alientan
A no sentirse en la noche más sordo de la cuenta

¿Quién llenará de ingenio los anaqueles vacíos de mis oídos?
Un empirismo mal pagado a cal y canto ha cerrado el postigo
Que agitó el pesar del bienpensante y definió el alma de los trenes

Me dejas  el corazón por sembrar de Mandrágora
Mientras los recuerdos, por capricho del tiempo,
Se convierten en detalles cada vez menores del cuadro

Mientras, yo sigo soñando pues, gracias a ti, 
soy de  aquellos que sueñan a parte
Y cuestionan todo salvo la muerte,
Sin olvidar que los hombres de alcurnia son molinos y no gigantes.

Con la luz apagada y el gentío bajo llave en la luna
Aún se oyen cantos de Chopin  hacia el último valle de lágrimas,
Los sueños se hunden en los tabiques y las pupilas se oxidan,
Y se olvidan algunos pueblos que ya no están en el mapa,
El corazón desvaría y los ecos se hastían sin tu palabra,

Las preguntas se alargan y el silencio se estira en la noche
Como plisado por más voces que piden alas a tu nombre.


Me digo que tu recuerdo emigra hacia las almas de los hombres. 

Teresa Velasco Castillo 18/07/2015

sábado, 4 de julio de 2015

Alégrate de estar vivo

Sigue la poesía imponiéndose al verano. Unos quedan ahí guardados, presas sus palabras de las cuadrículas en las libretas viejas. Pero éste lo comparto, porque hoy estoy contenta de estar viva:

Alégrate de que estás vivo
que la única víctima de la guerra de la vida
es quien sigue viviendo aun muerto

Piensa en alguien querido que ya no esté
En esa flor que no respira, que está seca,
E inmortaliza su belleza en la palabra impresa

Piensa en  un gran trozo de pastel, desafía tu dieta
Ralentiza el paso de tus zancadas ante la caída
Irreparable del sol
Y agradece tu mala salud
A todos esos dioses que decoran de pálido
Las mejillas sonrosadas de los montes

Que no todos los poemas tienen que ser felices,
Alborozarse en el desorden de los primeros días de feria
Como relámpago de escarcha en un desliz de primavera

No todos los poemas están hechos de posguerra
Algunos, los más jóvenes, escriben a la luz involuntaria
De sí mismos, luna joven asomando entre persianas rotas,
Como una emboscada de sueños.


Teresa Velasco Castillo


jueves, 25 de junio de 2015

Conversaciones entre atletas

Dando los últimos coletazos al curso y preparando ya la temporada que está al caer, aquí dejo uno de esos poemas que, como tantos, me ha inspirado la pasión de los atletas: 


Vagan la luz y la sombra en los acordes impares de mis manos
Como agitando el pecho con sus tambores al alba
O esperando en verano a que el sol desista
Para hundir el dolor de las palabras que nos faltan

Si el final sobreviene a limpiar las conciencias
Y las armas de las manos donde tantos soldados
Hicieron suyas las promesas de otros hombres

Si acaso el destino y la paz se encuentran en algún lado
Que seas tú quien juzgue el duelo con tus ojos beatos
En pos de los valientes que callaron su naufragio

Para nosotros, corredores, que sabemos algo de esto
vale tanto la mañana cuando el sol la desnuda
 como la tarde espía de poemas sin techo

Cuando se desea que transcurra de una vez el domingo
que vuelvan las jornadas de trabajo, las caras conocidas
y que acabe ese intercambio sedante y narcótico de palabras

cuando se barajan como cartas las horas que nos quedan
como un buen samaritano, servidor privado del sistema
uno se vende por cualquier conversación profunda:

silencio redondo, desierto de una isla,
suspiros de un amor inacabado.




Teresa Velasco Castillo


viernes, 29 de mayo de 2015

Rock & Ríos

Rock & Ríos Aquí tenéis el acceso a nuestro reportaje multimedia. Nada habría sido posible sin la ayuda de mis compañeros, quienes aportaron su carga de ilusión y sumaron su energía al movimiento fatal de mi esqueleto. Una aventura que podremos revivir pulsando el botón del pasado.

domingo, 24 de mayo de 2015

La pasión de los hombres



Se me ocurrió este poema viendo como Francisco Muñoz Soler vivía la poesía en cada lectura o compartiendo algo de ese entusiasmo que embarga a muchos corredores "los días D" a la hora de la competición. Siempre he intentado entregarme a las cosas que hago, pero no es lo mismo vivir cada día como si fuera el último que sentirlo así, igual que aún no consigo que la poesía fluya por el lector como deberían hacerlo mis sentimientos en mis manos para ser escritos. Espero que os guste:


Una voz callada, desenfocada a veces
 discreta se diluye entre las fuentes ,
 Saludando desde el azul profundo la tierra
Siguiendo la música ferviente hasta mis oídos.
Un hombre de espaldas vencidas,
rostro húmedo y transparente,
sostiene la embriaguez de estas palabras.

A veces es como que me traspasa su entusiasmo,
como abrazar al rojo pasión en el arte urbano.

Pocas cosas así de claras pone la vida de manifiesto:
penitencia de palomas y rosales
calles que acarician el milagro de los nidos
Porvenir de mi pasado sonriendo en las mejillas de un niño.

 Una voz callada, llena de historias que siempre quise oír.
Un temblor en las hojas de su garganta
conjuga las notas con que encendemos la hoguera
 los poetas que caímos esclavos de la poesía.

 Hasta que llega la noche y los pájaros vuelan
bajo un cielo de neón, desenfocado a veces
y tus palabras crepitan vestidas de mar por mi cabeza
como queriendo traspasar con su entusiasmo
 mi desgana, con su fuerza mi apatía.

 Como el ímpetu de un beso tras un ataque al corazón
 La pasión de los hombres vale más que su poesía.


Teresa Velasco Castillo

lunes, 13 de abril de 2015

Ha vuelto

Hoy tocaba estudiar como siempre. Entrenar como cada día, pero no me pude resistir a dedicar un poco de tiempo a escribir estos versos. La primavera ya está aquí. Aprovechen que ya mismo se va por donde ha venido. 




Ha vuelto


Este ocaso de abril en la mañana firme ha escrito
como un pájaro cerrando el horizonte a su paso,
 Reliquias manchadas con dorado, añil y espuma
Que en mi infancia son la bruma de este pueblo marino

Estas rachas albuferas tratando de domar los ríos
Con un toque de locura hacen mi poesía distinta:

Los versos repiquetean sobre la cúpula de la ciudad sombría,
Hay en mi sincera alcoba un desastre añadido,
Y esas rimas asonantes con olor a espliego
Arrojan alcohol sobre la herida del invierno.

Tu sonrisa la imagino miel de pobre como acacia
Fiel raíz en la mañana,
pero al filo de la noche la ambición del tiempo
Dice que fuiste blanca lis hacia la sierra lejana.

Sonaba el golpe seco de tus palmas al pisar las hojas
Quedaba la muerte despojada en el camino
Y se venía la mar desobediente entre mis cosas

Te escribiré por todo ello, al amante que no fuiste
a la falta que le hacen a tus ojos que llueva
Te cantaré a la voz que no tienes primavera
Para que así puedas decirme algo antes de irte. 


Teresa Velasco Castillo. Málaga a 13 de abril de 2015


sábado, 21 de marzo de 2015

Casos que ponen en riesgo el futuro del sistema dual de radiodifusión


Tal cual lo tratamos en clase de Medios Públicos aquí dejo la reflexión acerca del riesgo por que pasa nuestro sistema dual de radiodifusión. A diferencia de otros textos, tal vez éste sea menos divulgativo y tome un carácter más específico de la materia, si bien, más de uno estará de acuerdo en que algo falla en nuestro sistema comunicacional. 


Casos que ponen en riesgo el futuro del sistema dual de radiodifusión: Italia y España

Considera la Unión Europea en la resolución dictada en 2010 como esencial la convivencia de medios privados y servicio público para la formación de la opinión pública y, por consiguiente, el adecuado ejercicio de la democracia.

Actualmente nos situamos en un proceso donde lo público y lo privado se enfrentan bajo el paradigma de la globalización y la creciente tendencia a la comercialización de contenidos y medios. Ello, sumado a la crisis y la mala gestión de algunos Gobiernos de la UE, ha dado lugar al desmantelamiento del sistema en países que, como consecuencia de su reciente incorporación a un régimen democrático, cuentan con escasas raíces en el marco de la comunicación independiente.

El caso de Grecia ha saltado a la agenda internacional con motivo del plan estatal para integrar los periodistas del sector de la difusión pública en la nómina de los funcionarios y renegociar el acuerdo colectivo nacional.

En Portugal, España y Francia, son también los gobiernos quienes ponen bajo presión financiera a estos canales para que recorten de su plantilla. Pero, ¿no deberían los gobiernos favorecer el ejercicio de la libertad de expresión y asegurar que los intereses comerciales no actúen en detrimento de ésta?

En países como Italia, objeto de nuestra reflexión, el Presidente del Consejo de Ministros no solo no ha resuelto su conflicto de intereses, sino que ha aumentado su cuota de control de medios a través de la empresa Mediaset haciéndose con el 51,023% de la misma. Como grupo privado más importante en el sector de las comunicaciones de Italia y de gran peso a nivel mundial, Mediaset busca únicamente su beneficio, ya sea en contra del Dictamen por la Autoridad de Garantía de las Comunicaciones o en perjuicio de los índices de audiencia de la competencia.

Expresado en otras palabras, el sistema italiano presenta o ha presentado una peculiar concentración de poderes económicos, políticos y mediáticos en manos de una única persona,  el Presidente del Consejo de Ministros italiano, a consecuencia de lo cual el Poder Ejecutivo controla todas las cadenas de televisión nacionales.
Esta situación no se ha mantenido sin reiteradas denuncias por parte del Tribunal Constitucional, a pesar de las cuales se siguen “favoreciendo casos de ocupación de frecuencias ajenas a toda lógica de fomento del pluralismo” en palabras del propio Tribunal Constitucional italiano.

Entonces, ¿puede el desarrollo tecnológico aplicarse a la diversidad cultural y el discurso democrático?
España tampoco parece un ejemplo. Situado en el puesto treinta y seis según los últimos informes de Reporteros Sin Fronteras y en el puesto 52 según una perspectiva más global ofrecida por Freedom House[1], seguimos arrastrando un notable déficit por herencia. Cada vez más, se abusa de las ruedas de prensa sin preguntas y, la polarización y las noticias preconcebidas desde la política se han trasladado al plano de las pantallas.
En comparación con Italia, lo que aquí se demanda no es únicamente el fin del monopolio, sino la total desvinculación de las estructuras del Gobierno y nuestro sistema de medios, así como un consenso entre los partidos mayoritarios por mantener unas líneas de trabajo que aseguren la pluralidad.

Comunicación y desarrollo parecen dos términos obligados a la convivencia por la corriente actual de pensamiento en occidente, pero ¿nos ha llevado el enfoque neoliberal a erradicar las desigualdades? Más bien todo lo contrario.
Precisamente las soluciones localizadas dentro de cada modelo comunicativo colisionan con los intereses de organismos transnacionales y, cada vez más, las relaciones comunicativas no expresan más que relaciones políticas.

A mi parecer, deberían promoverse algo más que recomendaciones desde organismos supranacionales enfocados a hacer accesible las comunicaciones a toda la ciudadanía. Y con ello, no me estoy refiriendo únicamente a las infraestructuras, ya contempladas desde finales de la II Guerra Mundial por autores como Rostov, sino a las claves para descifrar un sistema de comunicación cada vez más complejo.

Hoy día no tiene sentido plantearse la intervención estatal como alternativa a los oligopolios. Desde los años ochenta, algo más entrados los noventa en España, el Estado ha ido perdiendo legitimidad paulatinamente frente al poder de nuevos actores, ¿por qué seguimos confiando en ellos para la regulación del sector periodístico?

No se trata de escoger entre agencias de gobierno, grupos ciudadanos u organizaciones dispares dentro de los medios, sino de ceder definitivamente esta función al profesional de la comunicación.

La regulación por parte del Estado ha derivado en una serie de acuerdos con el sector privado para nada acordes con lo esperado y es por ello que hoy  el concepto de radiodifusión ha de renegociarse.

En el informe de la directora de medios de comunicación y sociedad de la fundación 1º de mayo, “los medios de comunicación en España”[2] se habla del “oligopolio imperfecto” por el cual dos o tres grandes grupos con presencia significativa en el sector de lo audiovisual pasarán a absorber en poco tiempo a los otros grupos, procedentes en su mayoría de empresas familiares.

Actualmente los tres mayores grupos de comunicación en España controlan más del 80% de la publicidad en televisión, más del 50% de las ediciones online de la prensa y la casi totalidad de los derechos deportivos.

El primero de estos grupos es Mediaset y su principal característica es que pertenece en su mayor parte a inversiones extranjeras, de ahí que se escogiese Italia como modelo comparativo. El poder mediático del Primer Ministro italiano, como vemos, no tiene fronteras y, como consecuencia, su dieta mediática se implanta en diferentes países con  pequeñas modificaciones que incentivan su consumo. Paradójicamente, el Burguer King hace lo mismo con sus hamburguesas.

En segundo lugar, el conglomerado surgido por la absorción de La Sexta por Antena3, Grupo Planeta, también con numerosas inversiones procedentes de bancos europeos y americanos deja fuera de órbita a grupos como Unedisa, Zeta, Godó o Joly.

El dominio de estos conglomerados lastra las posibilidades de negocio también a las nuevas soluciones multimedia y, en última instancia, pone en riesgo la independencia y el ejercicio de la libertad.




[1] Freedom House, Freedom of the press 2013. Disponible en: https://www.freedomhouse.org/sites/default/files/Global%20and%20regional%20tables.pdf
[2] Rivas, C., “Los medios de comunicación en España”. Disponible en: http://www.1mayo.ccoo.es/nova/files/1018/Informe72.pdf

martes, 24 de febrero de 2015

El vértigo de la obra

Este poema no sé si se lo debo al haiku de Jorge Villalobos o a la cita de Chaplin. En cualquier caso estos días me siguen motivando a la escritura.



El vértigo de la obra

Si la vida fuese una obra de teatro sin ensayos
Volvería a renunciar a mi papel de protagonista
 Al vestigio de la nieve en los tejados
difusa  y cautiva, geometría sin aristas

Enero abriéndose tibiamente
Febrero, abril y mayo, los de siempre

Septiembre es un golpe de aire templado
Un zócalo calado en la simiente

Octubre le lleva de la mano hundiendo
Su torpe pisada entre las hojas
Cuyos tallos se dejan  a noviembre

Si la vida es un teatro yo muero hambrienta de arte
Acostumbrada desde joven al verso alejandrino
Y traicionados mis valores por un entremés,
Una farsa de perdón que no olvida

Si la vida es una obra con diálogo yo aún estoy
Ante un folio en blanco y mudo
A la luz de un argumento alejado de valores
Y sobre todo el trabajo que en la mano sostiene

Bajo un golpe de lluvia diciembre


Teresa Velasco Castillo

lunes, 16 de febrero de 2015

El periodismo: un oficio de profesionales


Por fin iniciamos el segundo cuatrimestre y con ello me permito publicar aquí mi ensayo sobre la profesionalización del periodismo. Es largo, pero creo que vale la pena leerlo, igual que pienso que valió la pena el esfuerzo y tiempo dedicado a su redacción. 

Introducción

Ante la fuerte influencia del periodismo en la sociedad, muchos consideran que éste debería actuar como cuarto poder, si bien la ambigüedad existente en torno a esta labor ha propiciado que se conciba al periodismo como un contrapoder, oficio, labor, ejercicio, hobby, servicio, creación, enseñanza e incluso portavoz de poderes.
Igual que debemos aceptar unas limitaciones éticas en sustitución de una verdad sólida, es necesario establecer una serie de universales en torno al periodismo para considerar éste como profesión y no como oficio.
En la actualidad, las facultades de Comunicación Social se plantean como centros de enseñanza integral, con el fin de hacer del periodismo una profesión especializada. La demanda ha hecho que se cree un gran número de centros de estudio donde se enseñan las bases prácticas del ejercicio además de un trasfondo teórico que reflexiona sobre el rol de los medios de comunicación en la sociedad contemporánea.
En este sentido sería lógico afirmar que se trata de una profesión y que como tal requiere una titulación y unos conocimientos específicos ¿perjudica entonces el intrusismo en los medios? Según Judith de Brito, la presidenta de la Asociación Nacional de Diarios, la obligación de haber pasado por la Facultad “impide que talentos de otras áreas ejerzan la noble actividad de informar”.
Obviamente no podemos comparar la ciencia médica con los estudios de periodismo, pero es más que evidente que éste se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la democracia, estableciendo con ella una relación de interdependencia. Así, mientras la UNESCO lo identifica como disciplina del conocimiento, aún son muchos quienes piensan como Judith de Brito.
Numerosos factores hacen que una persona que no ha estudiado periodismo, de pronto, se vea inmersa en este entorno: vocación tardía o títulos concedidos por empresas con previo pago, por ejemplo.
 ¿Prevalece, entonces aún el oficio periodístico o debemos evolucionar hacia el periodismo como disciplina del conocimiento?
La cuestión que se plantea este ensayo ya la emprendió la FNPI (Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano) vía Twitter ¿Es necesario estudiar en una universidad para ser buen periodista? La pregunta fue planteada  por el profesor Víctor Núñez utilizando la etiqueta #SinUniMalPeriodismo y al igual que éste cree que “tenemos derecho a ser informados por profesionales”, trataremos de argumentar los principios por los que necesitamos profesionalizar el tratamiento de información hoy día, independientemente de lo que estudiase Carlos Herrera.

Origen del debate

Este debate viene a propósito de un pronunciamiento público de varias instituciones académicas de comunicación y de algunos gremios profesionales de periodismo. El comunicado al que aludimos señala que el “periodismo es una profesión” y, por lo tanto, su ejercicio sólo debería estar reservado para aquellos periodistas que acrediten su título académico como establecen algunas normativas.
Si bien no cabe, bajo ningún precepto, castigar a los “periodistas empíricos” por ejercer, debemos entender que en la realidad de nuestros días no es sostenible el periodismo como oficio.
Probablemente Gabriel García Márquez no se equivocase al afirmar que se trata de  “el mejor oficio del mundo”, pero si seguimos dando rienda suelta al relativismo y la simplificación, El Pensamiento Power Point se convertirá en la realidad de nuestras vidas.
La misma práctica del oficio, decía García Márquez, imponía la necesidad de formarse una base cultural. “La lectura era un vicio profesional”.
Recuerdo, en relación a esta cita, que cuando llegué a la facultad, apenas nadie leía prensa, ni mucho menos se planteaba dedicar los ratos de ocio a embeberse en alguna trama a través de las páginas de una novela. Ni que decir tiene que la poesía, a veces tan cercana a la realidad del periodista, no era más que un cero a la izquierda de las diapositivas que copiábamos sin leer.
No dudo de la base cultural de los grandes genios que, como en el caso de Miguel Hernández, se hacen a sí mismos, pero el grueso de la tropa, aquí en España, cuenta con unos índices de lectura muy por debajo de la media europea, que es del 19% frente a tan solo el 9% en nuestro país.
De otro lado está la confusión que esto genera a la ciudadanía ¿quién es periodista? ¿Qué es periodismo?
La ausencia de una ética afianzada sobre los géneros de información y de opinión en este ámbito  lleva a considerar cualquier medio de informar como periodismo, dejando a un lado la veracidad o el interés público.  Los medios audiovisuales, además, nos condicionan a la percepción rápida y llamativa de estímulos que nos apartan del análisis receptivo de la realidad. El resultado es que acabamos creyendo que informarse es fácil y que basta con dejar que las imágenes del telediario recorran nuestro sistema nervioso en busca de provocar algún estímulo. Informarse no es tarea fácil. Requiere pararse a comparar. Pensar. Reflexionar. Y, sobre todo, leer con la visión crítica que ofrece el conocimiento de teorías desarrolladas hasta hoy.

Razones históricas

Aunque más reciente que otras disciplinas del conocimiento como la medicina, el periodismo también tiene sus raíces históricas como práctica empírica y hoy alcanza su mayor conocimiento en las aulas universitarias. Ello es un indicador de avance y evolución de la cultura de una sociedad.
La necesidad de comunicación social es inherente en el ser humano definido como ser social por Aristóteles ya en el siglo V a.C:
            El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial por naturaleza y no por azar o es mal humano o más que humano (…) La sociedad es por naturaleza y anterior al individuo (…) el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada por su propia suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios.  Aristóteles. Política
Para nuestro ensayo, en cambio, tomaremos como referencia el siglo XIX,  fecha de la cual datan los primeros estudios históricos de prensa. A finales del mismo afloran las escuelas o centros de formación para periodista y se formaliza la historia del periodismo como disciplina académica.
Es clave entonces la fundación a principio del siglo XX de la escuela de Periodismo de Columbia en Nueva York por Pulitzer, hoy todo un referente para los amantes de la prensa. Considerado como un representante de esta escuela, el profesor Carey, se muestra actualmente incómodo con la etiqueta reduccionista que se aplica a esta práctica y se presenta más como un analista crítico de la comunicación que apela a la necesidad de acercar la investigación en comunicación con los estudios culturales.
Entre 1883 y 1895, durante el desarrollo de la prensa de masas aparece el “new jouralism” en EEUU y se establece éste como referente de una profesión que, como indicábamos en nuestra introducción, requiere de una serie de infraestructuras y libertades que solo algunos países han podido permitirse a lo largo de su historia.
En España es asombroso, sobre todo, el resurgir del periodismo tras los años de oscura dictadura y cómo los medios buscan su espacio, su servicio y su público haciendo uso de los miles de recursos que la literatura ofrece a la profesión. Paradójicamente, es entonces, una vez superada la alianza tácita entre políticos y periodistas en busca de una transición pacífica, cuando se hace mejor periodismo. Digo paradójicamente, porque hasta 1971 no se constituye en nuestro país la carrera de periodismo como tal.
Sin embargo, los fundadores y analistas de diarios en esta época no provenían de Gran Hermano, como sucede hoy día en muchos programas : Juan Luis Cebrián, fundador de El País, se graduó en la Escuela Oficial de Periodismo en España y con solo 19 años ya trabajaba como redactor jefe en Pueblo, Juan Tomás de Salas, creador del Grupo 16, cursó Derecho en Madrid y se doctoró en Historia Económica en París,  Pedro J. Ramírez estudió Derecho y Periodismo en la Universidad de Navarra, y así con la mayoría de periodistas, muchos de los cuales ejercen actualmente como tal en medios de renombre.
A día de hoy el sector de la comunicación en España afronta el reto de recuperar tal prestigio y reivindicar su profesionalización y capacidad de influencia, según puede desprenderse de informes como el wellcomm que cada año anuncia el descenso del salario medio en este sector.
Y es en el momento en que el periodismo se convierte en una finalidad empresarial, cuando podemos despedirnos de nuestro mes de abril en España. La democratización de los contenidos pasa a significar, entonces, la banalización de éstos lo que, a su vez, propicia el tratamiento del individuo como masa y, si antes las clases bajas de la sociedad pasaban inadvertidas, ahora convergen  con el resto para sustituir al vocalista por un coro homogéneo de voces mediocres.
No obstante, sigue en plena vigencia lo que Beneyto, cofundador de El País, dijo hace más de medio siglo: “si una civilización puede penetrar en las masas, solo podrá hacerlo por obra de la Prensa; pero si esta Prensa no queda vinculada a la Universidad, el esfuerzo es inútil, porque lo que se trasvasa en la masa habrá dejado, al pasar, degradado y desvanecido, solera y color”.
No hace falta ser un genio para darse cuenta de que hoy los medios de comunicación están concebidos como un negocio más. Los anunciantes encuentran entonces un nuevo mercado por explorar y, poca a poco, tratan de desenvolver su público y clasificarlo en pequeños grupos temáticos, cronológicos, o de género.
Actualmente, cobra importancia la fragmentación de las audiencias y, aunque las tecnologías por definición tienden a unificar labores y a significar despidos, también es cierto que en esta ocasión requiere de un nuevo grado de especialización enfocado a un público cada vez más dividido.
Hay un hecho, por tanto, que para bien o para mal es el más importante en la vida pública de la Europa contemporánea. Este hecho parte del momento en que los editores descubren el componente mercantil de la información y explotan éste hasta tal punto que ha sido necesario desarrollar una disciplina específica: “empresa informativa”.  Pero no se puede considerar a la información como una mercancía más. Con ella hemos de satisfacer un derecho fundamental y básico de la sociedad democrática: el derecho a recibir información y a estar informados.
Decía Danton Jobin que “es importante, sin duda, para la comunidad que haya centros de enseñanza que preparen profesionales que no sean solamente buenos especialistas, sino que hayan sido convenientemente educados para soportar las grandes responsabilidades que se le atribuyen a todos los que usan aquel poderoso instrumento de acción social”, el periodismo.
Esta responsabilidad profesional está en declive, en parte también por la actitud del público ya adaptado al formato de las soft news.
En este ensayo se sostiene, por consiguiente, la necesidad de una sólida formación universitaria para corregir los productos periodísticos que hay en el mercado.
Sobre la amplitud en el grado de libertad en relación con el modelo empresarial, existen históricamente teorías de la prensa, adaptables a la totalidad de los medios. La teoría de la responsabilidad social de Siebert, Peterson y Schramm, bastaría como argumento para considerar la importancia del periodismo mucho más allá del oficio de escribir historias.
Es evidente que la tendencia se orienta inevitablemente hacia el modelo liberal, pasando por alto los valores del sistema democrático corporativo o pluralista polarizado. La falta de referencias sólidas deja en manos del mercado la información y los códigos éticos de los medios resultan una solución estéril ante la garra del libre comercio.
La solución pasaría por profesionalizar la comunicación y profundizar en un corpus científico que dotase de sentido a los medios. Responsabilizar de la información al profesional libre y no a la empresa, ya que la libertad es un atributo personal.
El profesor González Ballesteros en un artículo periodístico concluía que “la información en cuanto tal, por ser un derecho de todos, no puede ser objeto de tráfico mercantil, y mucho menos a priori”. Es preciso y urgente reconocer una profesionalidad a todos los niveles en materia de información. La profesora García Sanz dice en la introducción de su libro que el periodista, en cuanto autor, tiene el mismo derecho sobre su creación intelectual que cualquier otro autor no profesional de la información.
La profesionalización debería comenzar por reconocer la importancia en el mercado de la información de un trabajo que exige una percepción cada vez más aguda de la realidad que permita al receptor distinguir entre lo relevante de lo superfluo.

Razones sociales

En sus debates polémicos sobre el “provincianismo” y “elitismo” de la tradición crítica, Habermas nos descubre el lenguaje y la comunicación como base de un pacto social. Una filosofía para la transformación social que se apoya en la comunicación a través de la filosofía del lenguaje. La comprensión de la realidad es sobre la cual se constituye el eje de la consciencia transformadora, de la innovación social. En el lenguaje, afirma Habermas, está la base de la democracia, porque permite una comunicación e interacción eficaz, equilibrada y libre.
¿Es posible una comunicación eficaz, equilibrada y libre sin profesionales que se encarguen de asegurar este derecho?
Podría adelantar la respuesta dando a ver que donde están los medios, está el poder: en las agencias de noticias occidentales y norteamericanas. El presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, en el poder desde 1980, no empieza a existir en los medios hasta que las expropiaciones afectan a nuestro continente.
El papel de las grandes agencias de noticias como filtro, determina en gran medida lo que es noticia en el caso de la información internacional. Pero, en última instancia, la labor del corresponsal es la que hace posible imaginar la realidad lejos de nuestra rutina. Sin una visión humana del conflicto, la audiencia, las personas, seríamos incapaces de empatizar  con nuestro entorno.
Para conocer las dimensiones de un conflicto creemos suficientes con una imagen, lo que no sabemos es que no vale cualquier imagen. ¿Cuántas veces se han sentido engañados al pedir el menú de la foto en un bar? Si trasladamos esa impresión al ámbito de la comunicación social, nos encontramos con un sinfín de posibilidades detrás de cada foto: planos, enfoques, tonos… y todo ello sin contar con la manipulación que permiten hoy día programas informáticos como photoshop.
¿Cómo si no, de manos de un profesional, vamos a empezar a creer lo que vemos?
 Podríamos aplicar la duda metódica como recurso en nuestro día a día, pero a buen seguro acabaríamos cayendo: los seres humanos funcionan por emociones. Como diría Elsa Punset, autora de Una mochila para el universo, nos pasamos “dos terceras partes de nuestra vida cotilleando”, de ahí que los programas del corazón tengan tanto éxito, pero, ¿por qué lo hacemos?
La razón más primitiva la encontramos en nuestra familia ancestral, en nuestro instinto como animales. Es un mecanismo de supervivencia el de estar informados. Una necesidad tan básica como el comer o estar sanos.
La realidad está compuesta de miles de hechos no aislados. Un emisor escoge, en base a unos criterios de noticiabilidad, un material cambiante y lo mediatiza para convertirlo en un hecho de actualidad. Esta distorsión será menor en función del grado de profesionalización del emisor y su conocimiento teórico-práctico de los factores que convierten un hecho cualquiera en noticia.
Por último, el artículo 20 de la CE exige la veracidad en el caso de la información, lo cual se ha interpretado como necesidad de veracidad subjetiva, es decir, que el informante haya actuado con profesionalidad y diligencia, haya contrastado la información adecuadamente con al menos tres fuentes, que haya correspondido a su deber y a su público como cualquier otro profesional en su ámbito.
¿Qué le falta al periodismo para profesionalizarse desde el ámbito académico?

Evidentemente son muchos y muy variados los factores que influyen en la profesionalización del periodismo. A mi parecer, todo parte de una falta de consenso entre comunidades para tratar este trabajo como algo práctico o más bien teórico.
En las universidades de referencia mundial situadas en EEUU, parece que se da la razón a García Márquez cuando afirma que “el oficio se aprendía en las salas de redacción, en los talleres de imprenta, en el cafetín de enfrente o en las parrandas de los viernes”.
Es sin embargo, motivo de estudio el modelo francés, donde los postulados teóricos asientan las bases de la formación en el servicio de informar.
España es, según mi experiencia, un intento de conciliación entre ambas concepciones, y digo intento, porque el modelo, “aún en pañales”, parece lleno de contradicciones.
En segundo de carrera, cursábamos una asignatura, técnicas del mensaje en prensa, repartida en torno al 60% teoría y 40% práctica. Desde el primer día de clase, nos hablaron de la importancia de comunicar bien por encima de comunicar antes. Debatimos sobre la necesidad de comunicar en tiempo real y su repercusión sobre el acontecimiento, siempre a favor de la calidad en detrimento de la cantidad. Sin embargo, nada más bajar a los laboratorios a realizar las prácticas nos exigían, recuerdo, “escribir bien y rápido”.
A menudo las fuentes no eran más que tristes notas de prensa policiales con las que jugábamos a alterar de orden las palabras y colocar comas donde la teoría nos lo exigía.
En investigación, nos enseñaban la importancia de las técnicas cualitativas, mientras que en sociología puntuaban con más nota a quienes más porcentajes y gráficos incluían en su presentación.
Los profesores parecían tener una idea completamente distinta de la materia que les tocaba impartir. El tiempo no les permitía investigar y convertía nuestros trabajos grupales en una competición a contrarreloj entre nosotros mismos.
Cierto que adquirimos conocimientos sobre materia audiovisual. Pero el tiempo no permite más que tocar un instrumento a cada uno. Esto es, a mí me tocó la cámara.  No me senté a presentar, a introducir vídeos o a controlar el sonido, igual que muchos no tuvieron la oportunidad si quiera de acercarse a la cámara.
En las clases teóricas nunca se ha dejado de incidir en la importancia de especializarse a día de hoy, pero la realidad, confiesan muchos, es que los recortes en plantilla obligan al periodista a hacerlo todo. ¿Especialización en todo? Parece bastante contradictorio.
Para hacer del periodismo una profesión hay  que dedicarle el tiempo que requiere e igual que en medicina no reducen los años de estudio, tampoco deberían ampliarlos o reducirlos en este caso. No es necesario reiterar determinados contenidos y sí profundizar en otros muchos.
Así, resultan alumnos muy bien formados en algunos aspectos y absolutamente ignorantes en otros. Y esto en el ingenuo supuesto de que quede claro cuál es el contenido esencial de la materia.
Por supuesto, es inconcebible el grado sin conocimiento de idiomas, área víctima de la mayoría de los recortes que se han venido aplicando desde que comenzase la crisis en 2008.

Conclusión

James Reston, del New York Times, ha escrito que “el futuro de la información depende de comunicar inteligentemente lo que está ocurriendo en el mundo. El mundo cada vez es más complicado. No se puede comunicar meramente la verdad literal. Hay que explicarla”.
Parece indiscutible la formación para interpretar los acontecimientos del día a día y es por ello que debe preocuparnos la actitud de muchos estudiantes que solo buscan un título para engrosar el currículo. El motivo, hemos visto, es la brecha entre Universidad y realidad práctica, con unos planes de estudio irracionales. 
Una vez se logre la conciencia sobre la importancia de los estudios universitarios en periodismo, podrán promoverse auténticas asociaciones de profesionales que no estén vinculadas a movimientos ideológicos y políticos.
Gonzalo Fausto, periodista al que entrevisté a inicios de la carrera, me enseñó la fuerza capaz de alcanzar un arma tan potente como es nuestro alfabeto. Si para hablar se deben cumplir una serie de premisas físicas, biológicas, educacionales, funcionales y psíquicas, para “decir algo” hay que conocer en profundidad el instrumento del que hacemos uso.
Para acomodar el mensaje, como decía Aristóteles “a los hábitos de los oyentes”, hay que conocer el significado de cada palabra de la proposición de que se trate.
Decía Martin Cohen, en El escarabajo de Wittgenstein, que “las personas creen que hablan de las mismas cosas cuando pueden estar discutiendo sobre temas muy diferentes, y lo que es más, puede que lo estén haciendo de maneras totalmente diferentes”. Ni siquiera la mejor formación garantizaría una comunicación sin posibilidad de malinterpretaciones, ¿sabe alguien que ni siquiera ha debatido sobre esto la responsabilidad que implica?
Nuestras limitaciones serán mayores, conforme menos conozcamos ¿o no es acaso, como afirmaba Wittgenstein, que los limites de nuestro mundo los constituye nuestro lenguaje?
Un profesional se distingue de otros por su conocimiento en materias que no están a disposición de todo el mundo. Copiar notas de prensa del gabinete de  la policía puede hacerlo cualquiera con acceso a dichos datos, pero contextualizar los hechos con suficiente criterio en base a una serie de conocimientos práctico-teóricos ya es cosa de profesionales.


 Teresa Velasco Castillo