Bienvenida

La vida es irónica:
Se necesita TRISTEZA para conocer la FELICIDAD, RUIDO para apreciar el SILENCIO y AUSENCIA para valorar la presencia

Etiquetas

Arte (1) Concursos (1) Entrevistas (8) Eventos (17) Libros (15) Periodismo (44) Poemas (111) Reflexiones (77) Relatos (5)

miércoles, 27 de febrero de 2013

La espiral del silencio


Noëlle-Neumann y la espiral del silencio

He aquí el comentario crítico sobre una teoría como menos llamativa. Hace ya un año que debatimos sobre ella en clase y, como tantas cosas, se me viene cada día a la memoria y me hace cuestionar el porqué de cada elemento que conforma mi mundo.

Noëlle-Neumann comienza a publicar en  los sesenta algunos trabajos sobre la formación de opinión pública, si bien no es hasta dos décadas después cuando presenta la famosa teoría de “la espiral del silencio”.

Esta autora de origen alemán sustenta su estudio sobre la hipótesis de que los individuos tienden a apoyar las opiniones mayoritarias.

Para demostrar este principio, Neumann realiza una serie de encuestas sobre temas controvertidos entre la ciudadanía, y, salvo algunas minorías que tras un largo periodo de combate optan por el rechazo, sus hipótesis son contrastadas.

Sin embargo, es la influencia de los medios sobre la generación de la opinión pública lo que preocupa. Según los resultados de su análisis, los contenidos que conforman las parrillas de televisión tienen la capacidad de volver sana una costumbre hasta el momento mal vista.

 Se trata de algo realmente preocupante a día de hoy ¿forma Telecinco nuestra realidad?

Noëlle-Neumann va más allá del mero contenido. Con la introducción de estos medios se genera una pseudorrealidad que distingue entre dos entornos: la observación directa y la observación mediada.

Esta idea se pone de manifiesto durante las elecciones alemanas de 1976 en las cuales Socialdemócratas y Cristianodemócratas luchaban por el poder en una situación muy igualada. Se genera entonces un paralelismo entre estas dos realidades: una población dividida en dos mitades y una población de periodistas entrevistados en televisión de los que tres cuartas partes eran partidarios de la socialdemocracia.

Actualmente, los argumentos que empujan a Noëlle al estudio de la opinión siguen en boga. Experimentamos sus hipótesis a diario; en partidos de futbol, en la política, tribus urbanas, preferencias musicales, etc.

Cabe ser conscientes, si atendemos al poder que los medios de masas ejercen sobre el individuo, de las consecuencias fatídicas de esta investigación ¿es el terrorismo un estallido desesperado cuya causa se remonta a los medios? El individuo ignorado por esta nueva realidad e incapaz de defenderse ¿hasta dónde puede llegar?

No es esa la única influencia mediática. Según Walter Lippmann, esta nueva forma de conocer el entorno crea un “mundo intermedio” no muy distinto del que planteaba Platón en su día.

Los medios influyen en la percepción de lo que puede hacerse sin peligro de aislamiento, siendo una vez más la escapatoria a las turbaciones humanas. No es necesario anotar lo que Nietzsche diría al respecto.

Lo que comenzó como una fuente más de información sobre el entorno se convierte en una realidad deformada, voluntaria e involuntariamente  por los múltiples emisores y efectos de las tecnologías. Cada medio representa en la medida de lo posible la realidad valiéndose de imágenes y sonido esencialmente.

La teoría de la espiral del silencio parte entonces del lenguaje desde el momento en que utilizamos la capacidad de referencia y de significado.

 El lenguaje audiovisual puede considerarse una representación isomórfica en la medida en que representa un modelo del mundo sujeto a variadas perspectivas.

Cuestionen, pues, cualquier realidad que se presente, pues podría no ser real.

(Teresa Velasco Castillo)


martes, 5 de febrero de 2013

La muerte súbita en el deporte


Para todos aquellos que me han apoyado a lo largo de mi carrera como estudiante, corredora y persona. La muerte súbita en el deporte es algo más que un reportaje al uso. No se trata de salir del paso, sino que es un trabajo construido desde el entusiasmo y el compañerismo. Es por ello que agradezco especialmente a Jessica haberme dado la oportunidad de vivir algo diferente. 

La muerte súbita en el deporte

 Se producen entre 40 y 50 casos al año

Este fenómeno continúa siendo un misterio para la medicina

El riesgo de muerte súbita en hombres es un 40% mayor que en mujeres
 
Los dos apuntaban lejos. Miraban siempre hacia adelante. Ninguno quiso conformarse con los aburridos sermones de sus padres.

Apenas si habían cumplido  veinte años  cuando ostentaban orgullosos la camisa de su equipo. El presente era un sueño prometedor, un futuro libre de rendir cuentas a nadie.
Ambos marcaron con pisadas, no exentas de altivez, los céspedes visitados. Y ambos se vieron abocados al mismo destino: la muerte. Un final del todo conocido, porque como ya apunta con tono irónico el doctor Jerónimo García Romero  “El ser humano tiene una mortalidad del 100%”.

Así, de todos es conocida la muerte del sevillano Antonio Puerta y el barcelonés Daniel Jarque, cuyas vidas se  apagaron allá donde una vez  vieron iluminarse sus proyectos. Tenían 23 y 26 años cuando aquello sucedió.

Tres años después la vida sigue. La lluvia se encarga de limpiar conciencias. La televisión y una ensalada de  nuevas imágenes  llenan  poca a poco la memoria. Pero… ¿qué es la muerte súbita?, ¿en qué consiste?, ¿a quienes afecta?
Bebés, jóvenes y mayores de 35 años. Son patologías que nada tienen en común según a qué sujeto se refiera.

  Jerónimo García Romero, director del Departamento de Medicina Deportiva en la UMA,  señala que “hay que distinguir entre los más jóvenes y  aquellos que sobrepasan los 35 años”.

Respecto a los primeros señala que “este tipo de casos responden a patologías congénitas  aún  no diagnosticadas”. Muy distinto sería el caso de los infantes que “ciertamente son  más difíciles de explicar”.

En noviembre de 2010, la doctora Araceli Boraia subrayó a los medios que se producen  entre 40 y 50 casos anuales de muerte súbita. Así lo confirman las estadísticas.  De los siete millones de deportistas menores de 35 años en España, cabe esperar una muerte cada 300.000.


Las causas de una muerte inesperada

Se encontraba cansado y pensó que lo mejor era pasar la tarde recostado en su habitación. Eran las seis de la tarde, acababa de despertar de una larga siesta y  el aburrimiento comenzaba a atacarle. Se le ocurrió llamar a la persona  que realmente disfrutaba escuchando: su novia.

Daniel estaba verdaderamente ilusionado con el hijo que vería nacer en poco más de un mes. No dejaba de pensar en ello. Le parecía preocupante pasar demasiado tiempo alejado de su futura esposa y del bebe que ya se imaginaba acunado en sus brazos. Pero así era su trabajo, en eso consistía el deporte de élite.

Era verano, el equipo del Espanyol había viajado a Italia para comenzar una intensa gira de emocionantes partidos. El joven de 26 años acababa de ser nombrado capitán de su equipo.

Dani Jarque cogió su móvil y marcó el número de teléfono de su novia. Comenzaron una agradable conversación, en la que no paraban de declarar el amor que sentían el uno por el otro.

De pronto, Dani sintió una extraña punzada que  paralizó su cuerpo. Se lo comunicó a ella, quien, al otro lado de la línea,  no tuvo tiempo de escuchar nada más. Daniel se había callado para siempre.

La muerte súbita ocurre, a más tardar, una hora después del comienzo de los síntomas. Es poco frecuente, si bien casos de gran repercusión mediática, como el de Daniel Jarque o Antonio Puerta, ponen de relieve que ésta afecta a personas en plena actividad física.
En El deportista, según Zeppelli (1933), se trata de una “muerte que ocurre dentro de una hora del inicio de los síntomas agudos, en coincidencia temporal con la actividad deportiva y en su ausencia de una causa externa que de por sí pueda provocarla”.
Aquel ocho de agosto de 2009, con una sensación de nerviosismo incontrolada y con un miedo aterrador que le recorría todo el cuerpo, la compañera de Daniel Jarque marcó  el teléfono del Hotel donde se hospedaban los futbolistas del Espanyol. Poco después, el médico del equipo entró a la habitación. Dani estaba desplomado frente a su portátil. Había sufrido una parada cardíaca.

La muerte súbita o síncope del atleta es producida por enfermedades del corazón o por exposición a sustancias energizantes.
Sin embargo, según recoge Iríbar en “Escapar de la muerte súbita”, son mucho menores los casos por dopaje. Más concretamente, como agrega el Dr. Guzmán González solo el 20% de las veces la muerte súbita en deportistas se relaciona con dopaje.
 “La toma de estas sustancias ocasiona otro tipo de problemas cardíacos y en el caso de bebidas energéticas, el término medio o sentido común es lo que vale”, señala el doctor Jerónimo García Romero al respecto.

Se habla de “síncope cardíaco” cuando esta pérdida del estado de alerta procede de enfermedades del corazón. El síncope puede tener origen neurológico, metabólico (hipoglucemia) o conversivo, como las crisis de ansiedad.



El doctor Cervera intentó reanimar a Daniel  y para ello le practicó una resucitación cardio- pulmonar con un desfibrilador, pero el joven futbolista no reaccionó.

Poco después, al llegar la ambulancia, intervinieron  más  médicos. Trataron una vez más de devolver al joven futbolista a la vida.
Durante una hora le administraron adrenalina y atropina pero fue imposible hacer nada por  Daniel Jarque, el cual nunca había tenido ningún problema cardíaco.Su muerte se debía a una asistolia no desfibrilable.

Daniel, un jugador moldeado en la cantera españolista, un líder del vestuario de intachable trayectoria  llegaba a su punto álgido el 19 de julio del año 2003, cuando Tamudo le cedía el brazalete de capitán del Espanyol. Con él  disputó el partido inaugural del nuevo estadio españolista, un estadio que hoy, muchos piden, pase a llamarse Daniel Jarque.  A penas tenía 26 años cuando aquello sucedió.
Dani Jarque luciendo su brazalete
En la conferencia de Sevilla el 17 de octubre del pasado año Francisco Trujillo declaraba que “las causas de estas muertes en deportistas menores de 35 años son completamente diferentes y de mucho menor incidencia que  las de deportistas mayores de esta edad”.
Según los testimonios del jefe de Cardiología del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz, las enfermedades genético-hereditarias jugarían un papel muy relevante entre las primeras causas de muerte súbita en jóvenes:

“Muchas de las muertes súbitas son causadas por malformaciones congénitas del corazón que podrían ser descubiertas con pruebas convencionales”, señala.
Jerónimo García Romero anota al respecto que “en gente joven esta muerte suele producirse por arritmias, es decir, por un desorden en las pulsaciones. Eso produce que el corazón entre en fases de latido no eficaces para sacar adelante a una persona”.

Las arritmias pueden manifestarse bajo efectos de una droga, o en un movimiento brusco dentro de la vida cotidiana, lo mismo que en estos casos se ve desencadenada con el ejercicio físico.

 Por su parte, Maron, Epstein y Roberts (1996) informaron para la revista Ciencia, Deporte y Cultura Física, sobre las causas más frecuentes de muerte súbita en menores de 35 años. Éstas, coincidiendo con el diagnóstico de Trujillo, son en su mayoría congénitas.
Un 50%  de los casos como el de Daniel se debe a la miocardiopatía hipertrófica: una disposición irregular de las fibras miocárdicas que las hace competir unas con otras en cada contracción, lo cual induce arritmias potencialmente mortales.

Autores españoles advirtieron miocardiopatía hipertrófica en la mitad de sus casos; además encontraron malformación coronaria, miocarditis por virus Coxaquie y alteraciones varias entre los motivos del “síncope del atleta”.

El Dr.Guzmán González, según recoge Cuauhtémoc Acoltzin en “La muerte súbita en deportistas”, agregó que el 78% de estas alteraciones se relacionan con el síndrome de QT largo; un trastorno que propicia alteraciones del ritmo cardíaco y que posee un trasfondo genético.

En cuanto a deportistas mayores de 35 años se refiere,  los hallazgos de autopsia muestran la cardiopatía isquémica como razón subyacente en  un 80% de los casos.


La isquemia es debida a una obstrucción del riego arterial que produce un desequilibrio entre el suministro de oxígeno y sustratos necesarios para la demanda cardíaca. Se trata de casos que, por lo general, guardan mayor relación con los malos hábitos de vida. Y es que, tal como afirma García Romero, “quedarse en el sofá es arriesgado”.

¿Se puede predecir la muerte súbita?

La muerte de Jarque se une a una amplia lista de deportistas que han perdido la vida por causas similares.

Otro trágico momento que la mayoría de los aficionados al fútbol recuerdan es la muerte de Marc Viven Foe el camerunés murió tras sufrir un paro cardíaco el 22 de junio del año 2003 en un encuentro de la Copa Confederaciones.

Lo mismo sucedió con Miklos Feher, el húngaro se desplomó en el terreno de juego por culpa de un trombo embolismo pulmonar.

Son los tres casos más conocidos que junto a la muerte de Antonio Puerta  se unen a  un gran número de deportistas que han fallecido por causas similares. La pregunta ahora es ¿se podría haber evitado?

Según Luis Serratosa, del Servicio médico Sanitas-Real Madrid, con una buena historia clítica, un especialista en medicina puede detectar el 90% de las enfermedades cardíacas.
Para el 10% restante son necesarias otras pruebas tales como electrocardiogramas en esfuerzo.

Pero como bien indica García Romero “los siempre y los nunca no sirven en medicina y, en muchas ocasiones las pruebas que se hacen los deportistas no detectan estas irregularidades”.

En este sentido se dan lo que en medicina se conoce como “síntomas inespecíficos”, dicho en términos más coloquiales el cuerpo te avisa de que no lo “maltrates”, pero sus señales son muy subjetivas y confusas.

De los supervivientes se conoce que las sensaciones son semejantes a un infarto, es decir, presión, sudor frío, sensación de descomposición y otros dolores que irradian de distinto modo según qué personas.

Aunque la mayoría de las víctimas no se conocían enfermas, pues se trata de una muerte que ocurre sin previo aviso, ésta suele acompañarse de otros síntomas que generalmente pueden ayudar a que el médico sospeche la causa y diseñe el plan de tratamiento del enfermo.

Para prevenir casos, la American Medical Association, Committee on the Medical Aspects of Sports recomienda que todos los jóvenes que toman parte en un programa intenso de atletismo de competencia se sometan antes a un examen físico.

A pesar de todo, la posibilidad de detectar la causa en un examen cardiovascular previo es baja, porque no hay una batería de pruebas que tengan una relación costo/efectividad adecuada.

El estrés, la tensión de la competición o los entrenamientos más intensos pueden poner en evidencia muchos de estos problemas, aunque, si prestamos atención a las Categorías de las Evidencias Científicas, no está demostrado que la presión psicológica o la tensión influyan de forma directa en este tipo de casos.



ANTONIO PUERTA:
Antonio Puerta falleció el 28 de agosto de 2007 a las 14:30 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)  del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. La causa fue una encefalopatía postanóxica y oxígeno en el cerebro, causada por el shock cardiógeno en el que se encontraba.

 El diagnóstico final fue, por tanto, una displasia arritmogénica del ventrículo derecho. Al igual que Daniel Jarque, Antonio Puerta iba a ser padre, su novia estaba embarazada de ocho meses.

Comenzaba la liga española de fútbol. Se disputaba el encuentro entre el Sevilla y el Getafe.

El partido se hubiera podido narrar como otro cualquiera si no fuera porque en el minuto 28  ocurrió algo trágico que conmocionó a todo el mundo dentro y fuera del terreno de juego. Todo quedó en un tremendo susto: Antonio Puerta sufrió un desmayo y cayó desplomado en el campo.

 Ivica Draguntinovic corrió a su lado al darse cuenta de que Antonio se estaba ahogando con su propia lengua. No dudó en ayudarlo y le sacó la lengua para que éste no se la tragara.

Poco después el jugador salió por su propio pie del terreno de juego. En los vestuarios volvió a sufrir cinco desmayos más. Fue reanimado gracias a un desfibrilador e ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, con “ventilación mecánica e inestabilidad hemodinámica”. Fuentes del hospital confirmaron que el jugador sevillista tuvo cinco paros cardio-respiratorios durante esa noche.

 A la mañana siguiente los médicos dijeron que estaba en situación “muy grave” y que aún temían por su vida.

El parte médico emitido por el equipo médico del Hospital Virgen del Rocío que atendió al jugador, señaló en aquel momento que “la situación del paciente, después de 36 horas de ingreso sigue siendo crítica, como consecuencia de los graves trastornos ocasionados por la parada cardíaca, incluyendo sufrimiento cerebral.” Todo se agravaría con trascurso de las horas.

Un ángel del fútbol

Fabrice Maumba es reconocido por la sociedad no solo por ser un jugador de fútbol, sino   porque es el único deportista que pudo escapar de la muerte súbita.
Fabrice Maumba declarando a los medios

El paro cardíaco que afectó en el terreno de juego al cristiano del Bolton, Fabrice Muamba, provocó desde marzo un esfuerzo de oración por parte de todos los futbolistas y las iglesias que ha dado un resultado satisfactorio. Muamba, no solo sobrevivió al paro cardíaco, sino que se ha recuperado milagrosamente.

“Le pedí a Dios que me protegiera y él no me ha defraudado”, éstas son las palabras de Muamba, el centrocampista del Bolton Wanderers, que se desplomó durante un partido de la FA Cup contra el Tottenham en marzo.
 Pero Muamba, ha demostró una recuperación notable y al tiempo fue dado de alta en el Hospital London Chest.
En declaraciones al diario The Sun sobre su recuperación dijo: “Lo que me pasó fue realmente más que un milagro”.
“Estoy caminando, eso prueba de la fuerza de la oración. Estuve 78 minutos muerto y aunque había sobrevivido se esperaba que sufriera daños cerebrales. Pero estoy muy vivo y sentado aquí hablando ahora. Alguien allá arriba me ha estado cuidando. En la mañana del partido le pedí a mi padre, le pedí a Dios que me protegiera y no me defraudó”.
Haciendo un recuento de sus primeros pasos desde la cama del hospital, Muamba, dijo que se había sentido “destrozado”:
 “Yo sólo logré caminar unos cinco pasos de mi cama, pero sentía como si había corrido el maratón de Londres.
Si bien no es seguro, si alguna vez será capaz de volver a jugar a nivel profesional, Muamba, que todavía ama el juego declara que “una vez que empiezo hacer malabares con la bola no quiero parar”.

Parece que por ahora está feliz de dejar todo. Incluso su futuro futbolístico, está en manos de Dios. “Sé que estoy haciendo un buen progreso. Es demasiado pronto para decir si voy a jugar al fútbol profesional de nuevo, pero yo tengo mucha fe en Dios y tengo la esperanza de que lo sepa”.

Los límites: más allá de la salud como frontera

La frecuencia  cardiaca oscila entre  37/ min y 167/min en corredores de maratón, y entre 51 y 162 en atletas mayores de 40 años. Sin embargo, no es extraño encontrar  situaciones en las que mujeres y hombres de toda índole someten su cuerpo a un esfuerzo mayor del que debieran.

Incorporar  una actividad intensa tiene un efecto potente en el cerebro. El ejercicio y el juego potencian la actividad celular y generan neurotransmisores, en particular dopamina, norepinefrina y serotonina.

Aseguran los expertos, como el doctor John Ratey, de la Universidad de Harvard, que cada día hay más evidencias de que el ejercicio contribuye a regular el cerebro emocional. Sin embargo, para un ejercicio de intensidad fuerte es necesaria una buena salud y cuidado.

Pero, ¿tiene que ver la muerte súbita en el deporte con estos límites?

Como puede observarse, los casos más mediáticos guardan relación con patologías congénitas que  llegan a manifestarse con el ejercicio, sin que éste sea su causa directa. Sin embargo, cabe mencionar que, cada vez más, deportes como el ciclismo, o el  “running” se  están popularizando entre la sociedad occidental.

El doctor Jerónimo García Romero señala la importancia de acompañar este ejercicio con una dieta equilibrada para el buen efecto del mismo. Por otra parte, recuerda lo esencial de la hidratación:

“Antes, los corredores de ultra fondo creían que beber en exceso podía disminuir el sodio en la sangre, pero no se ha llegado a demostrar. Si bebes más de la cuenta, lo único que ocurre es que orinas más.
 La hidratación es la única forma que tiene el cuerpo de equilibrar la temperatura.
 La deshidratación, por tanto, podría ser una causa de paro cardíaco en algunos casos”.

Deportes como los mencionados se desarrollan en  entornos muchas veces desprovisto de un centro de atención donde acudir.

 Muchos aficionados al ciclismo corren el riesgo de deshidratarse.
“En una etapa del Tour de Francia los ciclistas beben hasta cien litros de líquido”, señala García Romero.

Otro error en la práctica de actividad física a nivel  popular es el “sobre entrenamiento”.
Jesús Bonet Teixeira, corredor del Playas de Málaga, añade que “una gran mayoría de nosotros soñamos con subirnos a un pódium, sobre todo  si ya lo hemos probado, así que ese afán por intentar correr más sin un profesional que te guíe detrás es una de las razones que llevan nuestra salud al límite”.

Pero ¿cuáles son esos límites?

Existen pruebas y exámenes médicos a los que muchos jóvenes se someten antes de integrarse en un equipo.
Para casos más singulares, como es el del síncope del atleta en menores de 35 años, se hacen necesarias otras pruebas como electrocardiogramas en esfuerzo, según recoge Iríbar en su artículo.

Pero como ya señala García Romero “un coche es peligroso dependiendo de cómo lo conduzcas y, lo que no debemos hacer es ir contra el sentido común”.
Jesús Bonet coincide al respecto: “creo que el límite está en ser conscientes de lo que podemos y no podemos hacer. Normalmente no tenemos a ningún profesional que nos asesore y los límites de lo humano son increíbles. Por tanto, no podemos hablar de un límite fijo para todos los deportistas”.

Asimismo, destaca la necesidad de una buena preparación y una “cabeza bien amueblada” para acometer retos exigentes como el maratón: “Total, corramos lo que corramos, estaremos bien si no nos obsesionamos”.

 REPORTAJE FINAL ELABORADO PARA LA ASIGNATURA DOCUMENTACIÓN INFORMATIVA POR: TERESA VELASCO CASTILLO Y JESSICA RUÍZ REPISO


.