La mejor interpretación de un poema será siempre la más fiel a nosotros. La verdad que yo comprendo no es siempre la que el lector entiende. No importa. Es esa la multiverdad que quiero dejar en cada verso.
Dormir entre dos es un juego ingenioso
frágil navío, en su abrazo inconstante,
audaz en demasía cuando los pies son muy fríos
y un trazo indeciso cuando el lienzo aún es lino.
Nadie nace sabiendo esquivar oleajes,
salvajes mares de espaldas y sueños.
¿Y esa espuma remota en el lecho de muerte
con que se pinta de éter un susurro desplegado?
Amar es el arte de dormir entre engaños
porque el amor desvela
cada vez con menos fuerza,
y cada vez hace más daño
Dormir entre dos y advertir tu carne,
y sentir el alma de otro cuerpo
apagarse débil en su aleación de voces
Amar debe ser acostumbrarse
a ser algo más que carne estéril
de este todo infinito sin tu roce.
Teresa Velasco Castillo
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