Malditos espejos, malditos exámenes, maldita lluvia, maldito tiempo, maldito "debe", bendita la noche en que al fin escribo... Ya vuelven, prepárense para La Tarde Irónica.
De momento, no tengo mucho que añadir a estas palabras. Juzguen por ustedes mismos:
Un espejo es el lugar donde muere la palabra,
Cuajada en lágrimas y astuta de dolencias,
El lugar donde la noche da su último aliento
Al reflejo de una luz deshecha toda de apariencia.
Un espejo es el conjunto de términos mal puestos,
El lugar que no nos
queda, cuando ya no queda remedio.
Un disfraz, una lluvia, un reloj siempre dispuesto
A relegar la conciencia de borrones inconexos.
Celosos de los brotes desceñidos.
Primeros tallos testigos en mi pena,
¿Llegarán tal vez a fuertes troncos?
No queráis manar la
sangre
Que un día a la aurora le robasteis.
Mi cuerpo va en el puré de la mañana
Absorto e inerte, pero aún pendiente
De ese espejo (¡maldito!) que le espía.
(Teresa Velasco Castillo Málaga a 27-6-2013).
Maldito no el espejo que nos refleja si no, maldito quien nos puso un filtro en la retina impidiéndonos ver la imagen real que este humilde objeto al que tantas veces odiamos, refleja.
ResponderEliminary seguir remando ya sin puerto, hasta que una ola nos vuelque en otro sino...
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