¿Y si llega el día en qué todo se descubre? Tal vez ese día
las preposiciones firmen su tratado de paz con el caudillo o quizá este acabe
siendo ejecutado junto a su familia de sinónimos imperfectos: a fin de que,
para que, con el objeto de…
Dicho sea de otro modo ¿y si damos muerte al pragmatismo?
¿Sobreviviría el comunismo? ¿Nuestros políticos tal vez?
Escribir por escribir, amar por pasiones divorciadas de su
razón y resolver autodefinidos del Diario
Sur sin un “para” podrían ser ejemplos contrarios al desarrollo que tanto
hemos criticado este curso.
Pero ¿para qué todo esto? Se preguntarán los lectores más
ávidos.
Me doy cuenta de que nos meten muchas ideas en la cabeza,
sin reflexionar demasiado. Ideas comunes, ya precocinadas, en las que creemos a
pies de juntillas. Ideas que un día, sin saber por qué (sin renunciar al “para
qué”), se convierten en actos reflejos. Actos en detrimento de nuestras propias
opiniones. Opiniones contrarias a una vida que pierde luz conforme gana verdad.
¿Por qué no basarse en inducciones caprichosas? ¿Por qué nos
empeñamos en forjar un sistema de verdades con sus premisas y sus problemas?
¿Por qué no conformarnos con el estío? ¿Por qué un “porqué”? ¿ y qué si
actuamos como animales que somos? ¿o es que acaso somos ya civilizados?
Demasiadas preguntas “para” un discurso de preposiciones con
carácter formal.
Disculpen las molestias una vez más.
Nadie peor que una
escritora por encargo “para esto”. Pero en fin, pensar es gratis, así que no
duden en hacerlo si “pretenden” un espíritu claro con conciencia de pez.
(Teresa Velasco Castillo Málaga a 4/8/2013)
“Ansío las estrellas
mas abocada estoy
a la pecera”
(Muriel Barbery) …
PD. Razón no le falta…
Primer "qué" sin tilde, es un error de formato disculpen.
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