La pintura es una poesía que se ve sin oírla; y la poesía es una pintura que se oye y no se ve; son, pues, estas dos poesías o, si lo prefieres, dos pinturas, que utilizan dos sentidos diferentes para llegar a nuestra inteligencia. Porque si una y otra son pintura, pasarán al común sentido a través del sentido más noble que es el ojo; y si una y otra son poesía, habrán de pasar por el sentido menos noble, es decir, el oído.
Leonardo Da Vinci
Ya entrado el buen tiempo y recetada la buena vida me he tomado la libertad de dedicar mi ocio a
indagar sobre nuevas perspectivas, así
que me he puesto manos a la obra para lograr dicha receta empezando por el
“amor al arte”.
He aquí algunas
reflexiones propias, frases de autores y cómo no… las respuestas de manos de
los mejores expertos:
Necesitaba
crecer. Inventarme a mí misma. Más bien reinventarme, decidir qué ser a partir
de lo que era: un animal sin huella.
Tenía
la necesidad de un propósito.
Distinguir
la trufa venenosa de aquéllas setas que habían de alimentarme empezaba a ser
urgente, por lo que llegué a plantearme un nuevo reto; un proyecto capaz de
devolver el mar con una sola palabra.
Éste, en cambio, no debía disuadirnos de la conciencia clara de pequeñez frente una realidad igual e incompleta para
todos. Un lienzo heterogéneo, lleno de
formas y colores, planos sometidos a miedos irreprimibles, pero, sobre
todo, grietas donde apoyarse para salir del marco. Teresa Velasco Castillo.
El artista es siempre un perseguidor de la belleza. Doménico Cieri Estrada.
Erik
: “El arte gótico y románico han marcado mi vida en todos los aspectos”
Perfil.
Extraño como un belga
por soleares. Amante del amor, el arte y la vida. Su despacho descansa la vista
hacia un juego de niños que patean las pistas del Valle Inclán. Su terraza lo
hace sobre El Sheriff, ese bar que nunca falla a la hora del café.
Se le atribuyen las tablas de Pedro Berruguete,
Tordesillas, Medina del Campo, Hornillos de Eresma. Y no precisamente al modo
en que lo piensan…
Acompañado por Sara, con quien convive desde hace ya
más de década y media, René Alphonse van de Berghe, más reconocido como Erik “el
Belga”, nos abre una celosía a su modo
de ver la vida. Una personalidad propia que, aun con la visión afectada por la
edad, sabe ir mucho más allá que el común de la gente;
P.- Empecemos hablando
de arte ¿Por qué estilo estético se decanta más?, ¿qué movimientos artísticos
considera más interesantes?, ¿qué artistas le han marcado?
R.- El arte Gótico y Románico
han marcado mi vida en todos los
aspectos, así como las obras del expresionismo, cuyos autores he imitado con gusto. Los cuadros que compro para ello son de pigmento natural y la
composición química es diferente, lo cual permite una mayor calidad de imagen.
En cuanto a referencias artísticas destaco con creces las grandes obras de
Botero o la pintura de Miró.
P.- ¿Qué opinión le
merece la estética en tiempos actuales? ¿Está el arte en crisis?
R.- Ante las nuevas
tendencias me decanto por el arte clásico. La calidad de una obra depende de
muchos aspectos, si bien el trabajo que requieren los acabados de un arco
gótico no es comparable a la expresión del alma moderna, más enfocada a
impresionar al público con lo fácil.
P.- ¿Puede hablarse de arte desde una perspectiva mística? ¿Reconocería lo bello en el arte? ¿Valen ciertas obras su
precio?
Por supuesto lo bello puede
observarse. La Gioconda es un ejemplo claro. Ésta puede proporcionar hasta 50000 euros al día.
De otro lado queda implícito el
valor personal de cada obra. Lo que tú sientes al contemplarla. Yo he pintado
cuadros, o recibido obras por parte de familia, cuyo valor en el mercado nada
tiene que ver con mi aprecio hacia ellas, las cuales disfruto observando cada
día.
En lo que al precio afecta, lo mejor es invertir en cuadros que se
revalorizan con el tiempo en función del contexto económico-cultural.
P.- ¿Qué opina sobre el hecho de poseer arte para su disfrute
privado?
R.- Yo disfruto con todo lo que tengo en mi casa, y sin duda
muchos lo hacen. Cada coleccionista tiene su debilidad, así como cada pintor
sus costumbres.
P.- A estas alturas serán muchos los paisajes visitados, ¿es
Málaga una obra en su colección?
R.- Por supuesto tengo más de cien amigos en esta barriada y
llevo ya cuarenta años aquí. Ya nadie me mueve. Tengo una gran debilidad por Málaga y su gente. Aquí todos son más
abiertos. En el norte, en cambio, la gente es más reacia a saludar y conversar
con el vecino.
P.- Parece que al fin
la calma llega (aunque nunca se sabe) ¿qué echa de menos de otras etapas
de su vida? ¿Qué conserva de éstas?
R.- Me quedo con todo lo bueno. Lo que no me gusta lo olvido al
día siguiente.
P.- ¿Y ahora qué?
R.- Me gustaría montar un museo de arte gótico en Málaga. Llevo
años gestionándolo. Tengo la posibilidad de acceso a una colección de
cuatrocientas piezas góticas y románicas que no han sido vistas aquí. Algunas
de esas piezas provienen de Alemania, otras son procedentes de Bélgica y
Francia, y una de las piezas está
en España.
Terraza de El Sheriff en la barriada del Palo. |
Cae la tarde. El sol, lento, se
pierde en el tumbo de las olas. Deja en soledad al mar con su velo de nubes
transparentes. Entre tanto los artistas
del robo insisten en pagar la cuenta.
(Teresa Velasco Castillo Málaga a 13/07/2013)
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