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lunes, 23 de abril de 2012

¿Quién me ha robado el mes de abril?

Con nuestra habitual estrechez de miras tendemos a fijar la vista en colores vivos y fluorescentes que resaltan frente al tumulto de camisetas rosas arrojado al concepto de “masas”.
 No sé si ayer lo notaron. No llegaban a la docena e iban de verde. Corrían con María Vasco en su ausencia. La mayoría de ellas podía considerarse del “Playas de Málaga”.
También había algunas gotas azules  y  blancas que si no se confundían con la marea rosa, era porque se precipitaban “a renglón seguido” hacia la meta.
Así pues, con el verde por bandera, me “infiltré”  en la sexta edición  de la “Carrera de la mujer”, que este año acogía a 4000 personas en Málaga. Podrían haber sido muchas más.
Con el dinamismo de siempre y  el entusiasmo que todas las mujeres infundían a su alrededor, se creó una atmósfera que casi hacía pensar en un mundo distinto al nuestro. Un cielo color de rosa. Un mundo de amaneceres al otro lado de la ventana, como si no hubiese que madrugar nunca y hubiéramos de inventarlo todo de nuevo. Cada día algo distinto y vacío de memoria.


Durante todo el recorrido estuve acompañada  por los ánimos de mis compañeros, por un viento racheado, una plaga de mariquitas arrastradas por el levante y un verano avanzando a destiempo.

La organización es  muy difícil de mejorar, casi tanto como el tiempo de las ganadoras. El diario Sur hace mención a una de ellas, Beatriz Jiménez, que terminó en 17 minutos y 16 segundos.  http://www.diariosur.es/v/20120423/malaga/marea-rosa-contra-cancer-20120423.html
La carrera,  que tiene como fin la solidaridad y la lucha contra el cáncer, sirvió  para que muchas marcas se anunciaran  e incluso hizo de marco para las palabras del alcalde.

Según se mire este evento puede ser muchas cosas, pero sobre todo se trata de una parranda que, este año, he disfrutado más que nunca.  Tal vez sea cosa de la edad, de las etapas con que se presenta la vida. No lo sé, pero, a pesar de estar en el límite,  nunca me hizo tanta ilusión pertenecer al intervalo de entre 16 y 19 años.
 El caso es que solo me queda una temporada para pasar de categoría y no es fácil. Por suerte hay lugares donde interpone un escalón (promesa) que hace más llevadero eso de ser adulto.
 Aun así, apenas queda una semana para que acabe abril.
(Teresa Velasco Castillo a 23 de abril 2012)

1 comentario:

  1. ... lugares doende SE interpone un escalón... (da pereza volver a subir la entrada)

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