Bienvenida

La vida es irónica:
Se necesita TRISTEZA para conocer la FELICIDAD, RUIDO para apreciar el SILENCIO y AUSENCIA para valorar la presencia

Etiquetas

Arte (1) Concursos (1) Entrevistas (8) Eventos (17) Libros (15) Periodismo (44) Poemas (111) Reflexiones (77) Relatos (5)

jueves, 3 de enero de 2013

Navidad y periodismo


Hasta entonces no me había fijado. Si bien las madres ven peligros por las esquinas o los románticos (ahora  más que nunca en peligro de extinción) ven parejas besándose en cada farola, sin más remedio  yo veía periodismo.  Estaba ahí.  Las noticias parecían agolparse por cada  rincón de mi fiel Andalucía esperando a ser descubiertas. Algunas se escondían, como si de un juego se tratase,  por los kioskos, en los parques, los autobuses, en las costumbres que para muchos siguen vivas. Otras salían de su guarida y posaban casi al desnudo por las calles, inmersas en el aire de las respuestas.

No puedo mentir. No dediqué las navidades a recorrer periódicos digitales o a callar a mis hermanos si salía algo en la tele. No hizo falta. Cenas. Estimación de las compras. El mejor regalo para reyes… todo estaba ahí.

La televisión no dejaba de balbucear números: la cifra del paro, los goles de Messi, el premio de lotería… Pero hay mucho más. Mientras mis padres asistían con esperanza a la lotería del niño, como, imagino, la mayoría de la gente, yo observaba los acontecimientos desde una nueva perspectiva ¿Estaría camino de ser periodista? Tal vez fuera pronto, pero casi podía adivinar los titulares del día posterior.

En los informativos de deportes, cómo no, mucho futbol, mucho Barcelona y mucho Madrid (ahora también Málaga). Pero no todo estaba en los medios. En Antequera se celebraban los controles interprovinciales de pista cubierta. En Nerja el critérium de Navidad. Y basta asomarse al paseo marítimo para saber que no todos los sucesos deportivos se encuentran entre las últimas páginas de diarios.

Respecto a las noticias del tiempo no parecían variar mucho, de hecho, creo que no lo hacen  desde que estudié  el clima mediterráneo allá por sexto de primaria. Ya se sabe: veranos calurosos e inviernos suaves. Alguna nube. Vientos más frescos para los del norte y esas olas de frío polar que tanto afectan a los de mi clase.

 Asistí también, sin prestar mucha atención, al discurso  anual del rey,  el cual imagino, será una de las noticias más relevantes de la navidad ¿Sería  de agenda? Previsto estaba, desde luego.

En fin, intenté evadirme y descansar tres semanas ¡El periodismo es agotador! Pero no había manera. El twitter se había convertido en una adicción irrefrenable y no dejaban de llegar mensajes con ironías, chistes, chismes. Infinitas novedades sobre el Madrid Arena, Arthur Mas, los catalanes españoles, los españoles catalanes…En fin,  agotador.

Luego, el día después de navidad, salí a entrenar con los amigos. Las cosas no dan mucho más de sí. Por Nochevieja fuimos a cenar y para estar tan vieja, la noche no estuvo mal; alcohol, risas, y gente. No todo cabe en palabras.

Y hasta aquí los informativos. No tengo tiempo para más. Este año, las cosas van más bien a  menos: es el segundo año que no se celebra la San Silvestre en Málaga (total para dos carreras que organizan al año). A cambio, en la Rosaleda y  de un modo particular, tuvo lugar  San Silvestre de la Palmilla a la que no asistí, pero de la que me hablaron francamente bien.  Quizás la corra el año que viene. Pero eso ya es otra historia. De momento me quedo con esos instantes que ni el tiempo cambia: 
Maratón de Madrid; mi padre y yo


Feliz 2013...

(Teresa Velasco Castillo Málga a 3 de Enero 2013)  

1 comentario:

  1. Buenísimo reportage , pero lo mejor , la foto , jajajajja. que chiquitita!!

    ResponderEliminar