Este poema se lo debo a un profesor de instituto. De él aprendí que la vida es como una película empezada que intentamos entender sin mucho éxito.
Como un enjambre de moscas familiares
Del patio anciano de recuerdos
Llegan las respuestas al enigma
De la obra comenzada
de la vida
Así, palabras como fe, absoluto, mal
Sol, bien, ser, nada,
diferente
Alcanzaban con sus cuerpos irreales
Al arte de poner nombre a las cosas
Hace largo tiempo se inició el juego
De hacer del hombre un sabio falso
De convencer con la retórica a los pueblos
De que el dinero era cosa de unos cuantos
Hoy el carácter normativo de educarse
Prudente, cauteloso, fiel, constante
En su faceta “filosófica” nos hace
Revivir aquellos
días, siempre los mismos
Con sus nuevos eufemismos nos sugieren
Nos advierten y hasta ordenan lo que toca;
Que miremos al sol con mismos ojos,
Que azul es bueno y el rojo se equivoca
Que habla el norte y los del sur no tienen boca
Con sus marcos legales,
emblemas, batallas
designan quien vale y quien no vale la pena
Ponen talla y medida y no tienen en cuenta
que cuando ellos llegaron, la vida ya estaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario