He pasado toda la noche sin dormir observando
la soledad que hace en mis palabras sin ti.
He pasado la noche soñando, y no he dormido,
viendo al azul suicidarse en rosicler.
He cerrado los ojos para escribirte en mi mente
una anáfora al comienzo del beso:
Quién se atreviera, quién te sintiera...
Que me perdone la
vida si le plagio los versos
para hacerte aquí, más presente en esta espera.
No he dormido esta noche, si mi memoria no falla,
Y tu recuerdo es mi mejor retórica al silencio.
Han transcurrido las horas y aún sigo en la batalla
De engañar tu ausencia con la soledad de mis palabras.
Teresa Velasco Castillo
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